De vez en cuando con mi señora nos gusta ir a cachurear las tiendas de antigüedades en busca de algo original y nostálgico; mientras me sumergía eligiendo discos de acetato, aparece ante mí la publicación nº 640 de la revista “Estadio” (año 1955), en cuya portada aparecen dos mediozagueros de Palestino: Julio Baldovino y Mario Ortiz.
Cabe recordar que en esos años, Palestino era considerado el equipo “millonario” y animador del campeonato (que a la postre, sería su primer título profesional), con jugadores como los ya mencionados más Almeyda, Díaz, Fernádez, Goity y Coll, entre otros.
Precisamente, del último nombrado en la lista radica el valor del ejemplar descubierto. En las primeras páginas aparece un reportaje completísimo a Roberto Coll, considerado dentro del mismo magazine como “el más completo de los futbolistas profesionales que actúan en Chile”, en aquellos tiempos donde un jugador podía mover hinchas desde un club a otro:
“Invariablemente pregunto: ‘¡Cómo!, ¿Qué haces tu aquí? ¿Te equivocaste de cancha?..’ y la respuesta no falla. ‘Es que aquí juega Roberto Coll’…(extracto de la revista "Estadio")
Obviamente no tuve la suerte de ver jugar a Roberto Coll (y dudo que haya un registro a la mano de El), no obstante según lo escrito ha sido tal vez el mejor jugador que haya tenido Palestino, y uno de los mejores extranjeros que se haya lucido en canchas chilenas. En el artículo de la revista "Estadio", lo describen de esta manera:
“… Tiene la buena técnica de Robledo, la laboriosidad de Cremaschi, el sentido innato del fútbol de Espinoza, la capacidad creadora de Hormazábal, la inspiración instantánea de Meléndez. Es decir, lo mejor de cada cual, complementado con cualidades que no siempre se reúnen en un mismo ejemplar. Por ejemplo, posee personalidad, fuelle, su juego tienen colorido para llegar a la masa con facilidad, domina con la misma destreza las dos piernas, tiene tiro, cabecea muy bien, organiza en medio de la cancha y da la puntada final en el área. Tiene temperamento de hombre de pelea – en sentido estrictamente futbolístico – y revuelos de virtuoso. En suma, es un jugador completo.”
Roberto Coll nació en el año 1925 en Buenos Aires, y perteneció a la época dorada del fútbol argentino que contó entre otros con figuras como Di Estéfano, Labruna y Romero. Fue formado en River Plate y jugó sus primeros partidos el año 1945 en la famosa “máquina” riverplatense, tal vez uno de los mejores equipos de la historia del fútbol argentino. Después emigra junto a otros destacados argentinos a la famosa época de “El dorado Colombiano”, defendiendo los colores de Deportivo Cali por tres temporadas (1950-1952). Finalmente recala en Palestino para el año 1953, estando activo en el fútbol por 12 años más, y retirándose a los 40 años. Jugó 385 partidos con la camiseta tricolor (récord que se mantiene hasta hoy como la mayor cantidad de partidos por jugador) y anotó 133 goles. En la actualidad vive en la ciudad de Buenos Aires.
Como dato anecdótico se puede agregar que Roberto coll que se tentó la posibilidad de nacionalizarlo para que fuera él quien luciera el número 8 de la Selección Nacional en el Mundial de 1962, ante la ausencia de Enrique Cua Cuá Hormazábal. Sin embargo, el buen desempeño de Jorge Toro, le bajó el perfil a dicha posibilidad.
Roberto, desde donde estés, este es un humilde homenaje de uno pequeño puñado de hinchas tricolores a uno de los grandes jugadores del Tino.
El más grande jugador en canchas nacionales.
ResponderEliminarIncomparable