lunes, 17 de agosto de 2015

U. de Concepción 1 - Palestino 0



Decepción, esa es la palabra para describir el sentimiento que dejó el encuentro entre Palestino y Universidad de Concepción. Decepción porque se dejó escapar una bonita oportunidad de mantenernos encumbrados en la tabla, decepción por el juego exhibido por Palestino, el cual el día de hoy fue intranscendente. Palestino se paró frente al cuadro del campanil hoy con un 3-4-3, con la clara intención de generar llegadas por las orillas, mantener posesión y arrinconar al rival, por contraparte la U penquista presentó un 4-3-3, pero orientado más a contener y aprovechar los espacios. El inicio del encuentro fue auspicioso, Palestino se instaló en campo rival y dominó al campanil los primeros 25 minutos, de ahí en más el cuadro árabe fue perdiendo profundidad, no así control de balón, pero comenzó a sufrir con los pelotazos a las espaldas y fue la U de Conce quienes comenzaron a generar mayor peligro, contaron con dos llegadas claras, una que Campos sacó en la línea y otra cuando el primer tiempo terminaba.

Aparecen los fantasmas.

En la segunda fracción Palestino lamentablemente mostró su peor cara(sin Valenzuela la poca claridad se acentuó aún más en la mitad del campo), y en parte esa lamentable responsabilidad la cargan tres jugadores el día de hoy, en primer lugar Jonathan Cisterna, simplemente no existió, se supone que Cisternas llegó para corretear a los rivales, meter algún pase entre líneas…quitar balones… simplemente nada, Cisternas era el claro cambio  partido, su intrascendencia asesina la propuesta de Guede, que sacas con mantener dominio de pelota si no generas peligro? en segundo lugar Nicolás Maturana, ya lo habíamos anticipado, Nicolás es un jugador con mucho talento, pero peca de jugar mucho para la galería, mucho regate que no sirve ni se refleja en el resultado.  Con su capacidad se espera que genere fútbol, y sea un vehículo que permita oxigenar las salidas e hilvanar jugadas con claridad, no perderse en un sinfín de amagues que poco y nada aportan. En tercer lugar Marcos Riquelme, Marcos es un jugador que corre mucho y funciona como puntero por las orillas, pero como centro delantero peca de inocente, es liviano y no representa un peligro real para las zagas rivales (a menos que el mono Sánchez juegue en cada partido y se mande forros como el de la semana pasada), con esto Palestino queda muy reducido y su propuesta ofensiva se convierte nada más que un vaivén de pelotazos que debido a la debilidad del ataque, solo se puede apelar al error del rival más que a una viveza de los nuestros.


El penal que selló la suerte la “segunda selección de Palestina” fue una inocencia de parte de Campos, Luis Marín ya había ganado la posición, pero Campos derribó al penquista. Con el 1 a 0 vinieron los cambios que sepultaron cualquier intento de remontar.  Con el ingreso de Guajardo y la salida de Farías Palestino nunca tuvo claridad, perdió el medio campo, siendo la U de Concepción quienes se generaron ocasiones más claras (mucho más claras que las de los tricolores), mientras Palestino se perdía en pelotazos que chocaban en la defensa del campanil y nunca contamos con una oportunidad verdadera de empatar el juego, con el resultado ya en el bolsillo, los penquistas ni siquiera se puede decir que aguantaron el resultado, sino que se dedicaron a despejar los inocentes intentos baisanos  hasta que termino el partido. Quedando la U de Concepción como escolta de Colo Colo y nosotros con la amargura de que se pudo conseguir más pero fuimos víctimas de nuestros propios errores, en definitiva Palestino fue el único responsable de la derrota de hoy, porque Universidad de Concepción no hizo nada para ganar, simplemente aprovecho la oferta. Esperando que esta derrota sirva para que Pablo Guede vea que hay jugadores que no sirven en su esquema y otros que en ciertas posiciones simplemente no rinden, porque Palestino no está para regalar puntos ni menos es un laboratorio de experimentos.

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