Bethelem en árabe significa “Casa de Carne”, y en hebreo significa “Casa de Pan”. En esta ciudad Palestina vive Emir, un niño que cada fin se semana llega al minimarket “Amal”
Khurkhi, el locatario, lo espera cada fin se semana con una gaseosa para ver en el National Panasonic en la señal pirata de Al Jazeera los partidos de Palestino. Como la señal, Emir sale clandestinamente de su casa para no preocupar a su madre Haifa, que duerme después de su trabajo. En la señal transmiten el partido entre Palestino y Deportes Iquique. Poco sabe Emir del rival de turno, solo sabe que Palestino no lo está pasando bien en el campeonato y busca en esta oportunidad su primer triunfo.
Pero a medida que pasan los minutos, la ilusión se topa con la dura realidad. Errores groseros en la defensa se traducen en un juego de ataque a placer de Iquique, con dos goles y dos palos al término del primer tiempo. “Esta defensa es un asco” gesticula Khurkhi a medida que pasan los minutos. “Pero Farías está jugando mejor” replica Emir (Que a su corta edad conoce de memoria la formación de Palestino). “No me vengas con cosas Habibi, el equipo no juega a nada, los celestes cuando quieren atacan, y por suerte no han hecho 4 goles”, dice el locatario que, al intento de apagar la televisión, Emir le pide que no lo haga, quizás esperando que el equipo revierta su magra situación.
Pero mientras corren los minutos del segundo tiempo, el equipo no muestra mejorías de buscar un gol. Ni siquiera con un tercer delantero como Renato Cesar “pero, ¿Como se puede llamar profesional ese paquete?” vocifera Khurki cuando ve que no puede controlar la pelota. Pitido final y Palestino pierde nuevamente en el campeonato. Son las 12:30 de la madrugada y Emir vuelve pateando piedras hacia su casa, rumiando la derrota de su equipo favorito. Lo que no sabe Emir que, a 14.000 kilómetros de distancia, a la misma hora Nicolás Córdova anuncia su renuncia como DT de Palestino, cerrando un ciclo que llegó a lo más alto y que termina en revolcándose en el lodo. Un grupo de jugadores que tuvieron la carne, el pan, pero no tenían el hambre. Por lo menos Emir sabe que Amal estará la semana que sigue para ver a Palestino frente a San Luis, escuchando como siempre los alegatos de Khurkhi. Y que habrá Amal para cada vez que juegue Palestino.
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