domingo, 16 de abril de 2017

Unión Española 1 - Palestino 2: Cuando la realidad supera las expectativas.



“Cuando las expectativas superan a la realidad, quiere decir que vives dentro de una fantasía”, me dijo una vez un vagabundo en parque forestal mientras daba de comer a unas palomas. Lo cierto es que en el match frente a la Unión Española disputado el día sábado en los pastos de Santa Laura se dió esta reflexión pero al revés: Palestino en la realidad superó las expectativas que tenían sus seguidores, reflejado en su primer triunfo en este campeonato; un tubo de oxígeno en los puntos, en la moral y en el futuro.

Creo que no estamos exagerando que, en la previa, el duelo se veía muy complicado para Palestino. Sin un triunfo a lo largo del campeonato, aún quedaba nebulosas de lo que podían hacer tanto los jugadores como el cuerpo técnico comandado por Germán Cavalieri, no obstante el buen empate obtenido la última fecha ante la Universidad Católica. Unión Española en tanto, disputaba los puestos de avanzada, teniendo entre ceja y ceja que, ganado a Palestino, podía perfectamente recibir las pascuas de resurrección como sublíder del campeonato.

A medida que pasaban los minutos del primer tiempo, el cuadro del mono Sanchez, Seymour, Churín y compañía le daban la razón a las previas puestas en el partido. Dominador en grandes pasajes del primer lapso, encontró en las bandas defensivas de Palestino su mejor vía para el ataque. Tanto Roberto Cereceda como Francisco Sierralta dieron muchas regalías en defensa, no obstante que este último fue un buen aporte cuando Palestino se esmeraba en ataque. No obstante, y si bien los árabes tuvieron dos ocasiones para batir a Sanchez, la estrategia de pases directos a las puntas ofensivas no surgió el efecto deseado, siendo en específico Caballero un espectador más de la Galería Cremashi. El error que derivó en el penal y gol de la Unión daba cierta justicia a lo visto en el primer tiempo.

Mérito de Cavalieri, defecto de Palermo

Para el segundo tiempo, Palestino ordenó su línea defensiva con una mayor concentración y explosión de los laterales, los cuales se alternaban para acompañar al mediocampo y sumar efectivos en ataque. Así, Palestino no solo dominó el partido, sino que sacó lustre al talento y visión de Valencia, Silva y Carmona (este último entrando desde la banca), los cuales arrastraban las marcas, desordenaban la zaga hispana y propiciaban los espacios para los centro desde las bandas. Y así surgió el primer gol de Palestino, tras remate de Carmona. Un gol que ponía justicia a lo que ocurría en cancha. Y así como Palestino ordenó sus naipes, las desiciones técnica de Martín Palermo en el local desnudan errores tácticos con un toque de inocencia. Así los rojos se volcaron en pos del arco de Darío Melo, no obstante se encontraron con la dupla Luna-Vidal que repelieron la gran mayoría de las embestidas, y tras cartón, propiciando los contragolpes de la avanzada palestinista.

El partido tranquilamente pudo haber terminado en empate y nadie hubiese salido insatisfecho, pero los hilos de marzo dirían otra cosa. Y tras polémica jugada, Ezequiel Luna da la ventaja tras tiro libre de Leonardo Valencia, la explosión de toda la banca palestinista de alegría, y la explosión de impotencia de todo el conjunto local, que cayó en la desesperación y descontrol, con dos expulsados al final del match.

Un triunfo que da esperanzas de enterrar el próximo domingo frente al colista Cobresal el fantasma del descenso en lo inmediato. Y es que el grupo retomó la conciencia del buen juego, de la mano de la confianza en sí mismos.

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