Ya instalado después de sus extrañas vacaciones, Mojito R. Corgan recibe la agradable visita de Don Floripondo Esculapio, su amigo de infancia proveniente de Los Andes. Orgulloso, Corgan lo invita a la sala de redacción de El Hincha de Cartón (que según la leyenda es donde surge la magia), Pero en vez de ver un despacho hirviendo de creatividad, don Floripondio se sorprende con tres escritores durmiendo, otro jugando con su celular y uno al fondo urguetenado su nariz y al parecer, experimentando nuevos sabores.
"No me digas que desde esta pocilga salen los artículos del blog" fue lo único que dijo don Floripondio a Mojito.
"Después de cuatro años te acostumbras Flori" responde M.R.Corgan. "Oye tú, el de Polera satánica, ¿como jugó Arario?"
"Arario ni siquiera jugó, y mi nombre es George para que sepa" responde George Talca, bajando la cabeza y volviendo a su chat en Tinder.
"No me importa, quiero una nota exclusiva con él junto al Loco Araya, ok?" refuta Mojito con aires de dictador.
Al oír esto, Floripondio de comenta al oído: "no crees que debes tomarte unos días más de vacaciones, estás desvariando"
"Para nada mi viejo amigo, para nada. El litio diario me está haciendo de maravillas, nunca me ha sentido mejor. Ven, acompáñame a un par de tragos de clorhidrato cuaternario y te contaré cómo luché contra el huracán Larry" concluye Corgan poniéndose su gabardina.
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Lo más llamativo por parte de Palestino frente a la Universidad de Concepción fue su disposición táctica en el mediocampo, debido en parte a lesiones y suspensiones. Para todos es bien conocido que uno de los tantos problemas del equipo es la tenencia del balón y su salida ante el pressing del rival. Pues bien, en un estadio Ester Roa copado hasta las banderas (y a nosotros nos molestan por llevar poca gente), los árabes presentaron un novedoso cambio de piezas, trasladando a Pino mediocentro retrasado y a Cerdeceda como centrocampista de salida. Ello, apelando a buscar experiencia tanto en la contención en la zona central como también una primera salida con toque, reconociendo que está fórmula dió sus frutos; no obstante las buenas intenciones quedaban truncadas más arriba con el marcaje que tuvieron Carmona, Gutiérrez y Rojas. El gol del local tras una jugada preconcebida (otra vez) hizo que Germán Cavalieri reordenara para el segundo tiempo las piezas, moviendo a Cereceda más cercano a la banda y sumando a Pinto al ataque, táctica que se demoró en resolver el equipo de Bozán y que conllevó a generar reales ocasiones de peligro frente al arco del Tigre Muñoz y recompensado con el gol de Sebastian Pinto tras buen desborde de Roberto Ceredera, sin dudas el mejor hombre del tetracolor en el partido.
Además del Electrico, damos mención honrosa al defensa Sebastián Toro, quien aprovechó su larga ausencia de las canchas para ir al peluquero; también para el lateral Ignacio Ayala y para Felipe Barrientos.
En resumen, un empate que deja un punto importante en la lucha por el fondo de la tabla, sabiendo que cada punto suma; asimismo, una presentación futbolística a favor en comparación con la última presentación de los árabes.
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