Ivo Basay cumplió con las expectativas de que el 18 de noviembre Palestina amanecería un poco más feliz. Luego de 40 años de espera, de tanta gente que quedó en este largo camino a la gloria, el tetracolor vuelve a alzar una copa, la primera para muchos de nosotros. La primera para esa generación de hinchas que creció en los 90 llenos de amarguras. Es por eso que esta copa se disfruta el doble, porque siempre supimos que la espera daría frutos, tarde o temprano…pero los daría. Palestino hoy no solo grita “campeón”, sino que también grita Palestina existe, porque este titulo no es solamente una estrella mas, es para volver a flamear la bandera palestina con orgullo por el continente, es para revalidar nuestra identidad, porque si palestino tiene éxito, palestina estará presente. Fue lo que Mojito nos mando por audio sin aun saber donde se encuentra, presumimos que en Nepal y como encargo nos dió la misión de entrevistar al mago Jimenez cuyo destino fue aparecer en el momento preciso y hacer gala de toda su calidad para anotar el gol que a la postre nos da la alegría de un titulo.
El planteamiento táctico de Palestino fue el de esperar, de entregar la iniciativa a un Audax que debía si o si ganar para mantener una chance en esta final; y en contraparte aprovechar las velocidades de Campos y Gutierrez para machacar a contragolpe. Y en la primera oportunidad, César Cortés pone un pase áureo a los pies de Campos López que enfrentó mano a mano al meta andino y con un potente toque hace estallar a un estadio La Cisterna lleno con el festejo de gol.
Si bien a medida que corrían los minutos los árabes tuvieron un par de oportunidades ante un dubitativo Joaquín Muñoz, Audax empezó a ganar metros y poco a poco empezó a presionar la portería de Sebastián Pérez, que a la postre demostraría todo su ramillete de arquero de campeón. Y es cuando Audax tenía el control del mediocampo cuando viene un segundo contra-ataque que en esta oportunidad Cortés se encargaría de facturar en el 2-0 parcial. Alegría y tranquilidad en la hinchada, la copa ya estaba en nuestras vitrinas, decían muchos.
Pero Audax dejaría en claro que no la iban a vender fácil. De la mano de Sergi Santos que tuvo de cabeza a la defensa árabe por el lado de Diego Torres, los tanos emparejarían el marcador en menos de 10 minutos. Todo quedaba en fojas cero y bastó para que las sonrisas de alegría pasaran a muecas de angustia; partidazo para quienes lo veían de afuera, sufrimiento para que los vivimos dentro. Pero hay una frase que identifica al hincha árabe y es que “El que no sufre no es de Palestino”.
Así, el segundo tiempo si bien se adelantaron en parte las líneas del mediocampo con Farías y Fernández, se mantenía la tónica del primer tiempo, pero siempre encontrando una línea defensiva comandada por Alejandro González en buen pie.
Y es en esa resistencia en la enésima embestida italiana que ocurre esos momentos mágicos dignos de finales. Toma la pelota Luis Jimenez, quien va apilando rivales en más de 50 metros y con un misil inatajable bate por tercera vez a Muñoz y desata la locura en las gradas. 3-2 y el alma vuelve al cuerpo del equipo y la gente. Los gritos del DT al borde eran claros, no desconcentrarse, dejen que el rival se desgaste. Y el equipo cumplió a la perfección su tarea. Palestino jugó en definitiva de manera inteligente, ordenada y concentrada. Una tarea cumplida por todos los jugadores que reciben en su premio la Copa Chile siendo invicto y el pasaje como Chile 4 a la próxima Libertadores. Nuevamente estos jugadores han hecho lo que muchos no quieren, que es hacer flamear la bandera Palestina por Sudamérica y gritar una vez más que PALESTINA EXISTE.
Por último, unas líneas para el mago Jimenez:
Tomaste el balón con seguridad,
Y con la misma tomaste rumbo al norte
Por cada metro, cada recuerdo,
Las inferiores, el debut, la familia, el retorno,
Las alegrías y la frustraciones,
Las bocas entreabiertas y los rivales caían
Eras tu y el meta, la red esperaba tu furia,
La furia de 40 años de espera,
La furia que callamos muchos
La furia que solo el campeón tiene.
Mañana despertaremos como siempre,
Unos más libres que otros, algunos con mejor suerte,
Y recordaremos como tu equipo levantó
La copa de los renegados,
La copa de los resistentes
No hay comentarios:
Publicar un comentario