Luego de las dudas dejadas en el
juego contra la Universidad de Concepción, partido que el empate fue con sabor
amargo, palestino debía enfrentar a Coquimbo unido. El cuadro “pirata” asomaba
como un rival difícil, adjetivo que encontraba asidero en el buen rendimiento
que ha demostrado en la segunda rueda. Palestino por su parte debía dejar atrás
la pálida actuación frente a los del campanil y seguir construyendo su camino
para volver a una copa internacional.
El partido en su etapa inicial
fue de mucha fricción e imprecisiones, quizás como resultado que para ambas
escuadras los puntos eran de vital importancia de cara a las pretensiones
internacionales, no obstante era Coquimbo quien se acercaba más a la portería
defendida por un cada vez mejor Fabián Cerda, ya que obligó al golero “baisano”
a una buena contención en un remate sorpresivo y otro que se fue apenas
desviado, mientras tanto palestino intentaba acercarse al arco “pirata” por
medio de un funcionamiento que a ratos se convierte en su mejor virtud y en
otras en la peor, esta contradicción se manifiesta en que a veces el abuso del
toque hace que se desperdicien opciones de remate al arco rival al optar por
seguir tocando en pos de encontrar al rematador en mejor posición, esa inclinación
por la pulcritud en el toque merma el
factor sorpresa y que fue evidente en el partido contra la u. De concepción. Contra
Coquimbo aquellos fantasmas parecían asomarse al no encontrar la claridad
necesaria para inquietar la valla defendida por Matías Cano. Bajo ese contexto se vivía el partido hasta
que al minuto 43 vino un momento clave, expulsión de quizás el mejor jugador de
Coquimbo hasta ese momento Fernando Cornejo y con ello el término de un primer
tiempo bastante trabado.
En el segundo tiempo la duda de
si palestino sería capaz de sacar provecho del hombre de más en el campo de
juego fue rápidamente disipada, pues Lucas Passerini quien aprovechó un pésimo despeje
de Cano, que fue interceptado en medio campo para habilitar a Passerini quien
en la entrada del área sacó un remate ajustado que fue imposible para el
portero pirata, con ello ponía el 1 a 0. El golpe lo sintió Coquimbo pues los “piratas”
quedaron sin reacción por un lapso de 8 minutos en los cuales palestino pudo
perfectamente aumentar el marcador y así comenzar a asegurar un partido
complicado tanto por el rival como por lo que representaban los tres puntos.
Coquimbo lentamente comenzó a
recuperar su orden, con ello palestino perdió peso en el medio campo, pero la
defensa comandada por un cada vez más solvente Enzo Guerrero estuvo atinada en
repeler los avances nortinos, mientras Lucas aguantaba lo que podía y en un
contragolpe pudo sentenciar el encuentro, pero su remate se fue apenas desviado.
El partido llegaba a su tiempo
reglamentario y Roberto Gutiérrez que había ingresado por Federico Castro
definió con la clase que lo caracteriza con un sutil toque ante la estéril
salida de Cano. 2 a 0 y tranquilidad en la parcialidad palestinista
acostumbrada a quedarse con el molde hecho, pues si de algo sabemos los hinchas
del “tino tino” es de los goles en contra en el último minuto, afortunadamente
no fue así y el gol postrero fue para sentenciar una victoria que se disfruta
doblemente, por lo que significa estar peleando en puestos altos de la tabla y
porque el rival es uno de los complicados.
También juega la causa.
Otra cosa a resaltar es que como
bien saben, siempre nuestra intención ha sido remarcar el vínculo que tiene
palestino con lo que representa, al parecer nuestra comunidad no lo ve así, es
bastante triste ver que un equipo del norte que debe recorrer muchos kilómetros
lleve más gente que nuestro equipo, que no se mal entienda, felicitamos a la
gente de Coquimbo por su entrega a su escuadra, sin embargo nosotros estamos en
deuda. Cuando la comunidad palestina comprenda que llevando una bandera se hace
visible automáticamente el trasfondo de
la institución es que podemos aspirar a más. Por qué el comentario se
preguntaran algunos, pues es simple este mes el gobierno del “pueblo elegido”
de ser reelegido aplicaría la soberanía israelí sobre el valle del Jordán y el
norte del Mar Muerto. Con ello se acercan aún más a borrar Palestina, es por
ello que cobra importancia un club como palestino pues entrega la posibilidad
de manifestar la identidad cada fin de semana y al menos hacer sentir que nuestros
orígenes no son negociables bajo ningún punto de vista ni postura política de
ningún tipo, somos palestino y punto.
Acertada visión del encuentro, lo único que quisiera mencionar fue el nefasto arbitraje del saquero Gamboa, no pido que nos ayuden pero si se va a obrar todo que sea para los dos lados es increíble que la misma jugada sea falta para un lado y para el otro no, es otro factor con el que se debe luchar
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