Por alguna razón de cuya génesis si me acuerdo (tenía hambre), el partido entre Palestino y O'Higgins lo ví cómodamente desde el sofá de la casa de mis padres, junto a mi viejo más una buena y fría cerveza torobayo. Por un lado mi estómago me lo agradecía, pero por otro lado mi conciencia me castigaba pensando que otros hinchas sacrificados estaban soportando de frente el sol de la tarde, con helados de piña y sándwich de pernil.
Pero bueno, a lo hecho pecho, y deberé saldar mi deuda de visita con la Calera. Dicho esto, paso a mi comentario.
Los primeros minutos resultaron los mismos a los que nos tiene acostumbrado nuestro equipo: un conjunto dinámico, compacto en la defensa y tremendamente peligroso en el ataque. Si Duma tuviese la misma hambre de gol que el Tiburón Ramos, no es descabellado pensar que para los siguientes partidos se encaje 1 o dos goles en los primeros minutos. El problema es que cada partido vemos al argentino más flojo y displicente, cediendo toda la responsabilidad a los laterales, López y Ramos.
I had a dream
El sábado tuve sueño. En específico entre los minutos 25 al 60, debido a que el partido perdió todo ritmo y ganó mucha impresición de ambos equipos, sobre todo del local, siendo las acciones del arranque un lejano recuerdo. Por más que Ramos y Duma bajaban para armar una jugada, fueron atrapados por la constante de todos los partidos de los árabes. El gol de O'higgins fue el aliciente para que Palestino reaccionara y se acordara que también quiere pelear por algo. En este sentido, los cambios propuestos por Astorga dieron resultado, presentando en los minutos finales a un Palestino completamente dominador y absoluto merecedor del empate.
¿El gran culpable?
En las redes sociales los hinchas palestinistas se tiraron en picada contra Felipe Núñez por la falta de control en el gol de los celestes. Lo cierto es que efectivamente no tuvo una reacción al nivel que nos tiene acostumbrados, pero pregunto, ¿y que pasó con la línea de defensa que estaba tomando la siesta de media tarde? En el letargo en el que estaba el partido durante el segundo tiempo, el campeón no quería pestañear; el problema es que palestino si lo hizo.
La salida, otra vez
Algo le pasa a los tricolores, es una constante la pérdida del balón en la salida a partir del segundo cuarto de hora. Es parte del puzzle que Emiliano Astorga aún no puede resolver; no quiere arriesgar aún a Valenzuela creando el trío Carrasco - López desde el inicio, algo que varios desde la galería están deseando.
Al final de esta columna, me permito comentar respecto de un campeonato que está destacando con un atractivo muy especial, el cual se resume en la frase "El que pestañea, pierde". Si no, que lo diga la U, O'higgins, el mismo Palestino y sobretodo la U de Concepción. Como se está dando las cosas, cada triunfo vale por 2, el empate se sufre y la derrota duele más. Esperemos que nuestro Tino pueda salir airoso en sus próximos 2 duelos con La Calera y Colo Colo, y poder cerrar un fuerte primer tercio de campeonato en la zona alta de la tabla.
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