La ansiedad se apoderaba cada día entre los hinchas del glorioso equipo tetracolor: Al bajo desempeño realizado por el equipo en sus participaciones en Copa Chile, se sumaba la incertidumbre de quien sería el próximo DT de Palestino. Poco a poco esto inevitablemente se mezcló con el estilo de juego que veríamos en los pastos de La Cisterna en las semanas que quedan del año.... y al ritmo que escucharíamos cada pelotazo, pase y regate.
No sé si podamos hablar de "Las Viudas de Astorga" (aunque se de muchos que soltaron secretamente una lágrima en su adiós), pero su estilo defensivo, con destellos de ataque ofensivo a los comienzos y finales del partido teniendo de por medio 80 minutos de pérdida de balones, dejaban el gusto de balada romántica estilo Simon & Garfunkel, Sandra Minhanovic, Denisse Malebrán y otros artistas llorones. Obviamente, no faltó el desubicado que comparó el juego de Súper Ratón al estilo de un bolero o peor aún, de Ricardo Arjona, lo cual le mereció justificadamente una sarta de combos en el partido ante Rangers en La Cisterna (ver foto). De ahí en más, todo el mundo palestinista entró en crisis: No había claridad ni en el juego ni en el estilo. Para muestra, algunos ejemplos:
- Jason Silva exige jugar al ritmo de Wisin y Yandel, por mientras que espera cualquier oferta (así como va, seguro que juega en General Velásquez),
- El Bocha Carrasco prefiere jugar al son de Francisco Canaro, y de preferencia sin mucho salto para que no falle la Vitrola
- Renato Ramos mete cuando puede el Soundtrack de "Tiburón"
- El Negro López en su partida se llevó su colección de discos de Led Zeppelin y Frank Zappa
- Felipe Núñez no transa con su selección del Puma Rodríguez
- Roberto Bishara en su rol de ayudante interino aún lleva escondido sus CDs de Sex Pistols y Dead Kennedy's esperando su oportunidad
- Y un largo etcétera que pasa desde Camilo Sesto hasta Tool.
Así, con tantas variantes en el gusto y estilo, se sumaba el del entrenador técnico, Partiendo por el interino Jaime Escobar, con la Wawanco en calidad de guaripolo. El problema es que apenas los jugadores saben lo que es el Cha-Cha-Chá, por lo cual nos queda la esperanza de que Pablo Guede llegue como el verdadero salvador del estilo tricolor, cual Jimmy Hendrix quemando su guitarra eléctrica en pleno escenario, haciendo rodar el balón al ritmo del Machine Head de Deep Purple, o por lo menos tener la irreverencia de un Charly García precalentando en el camarín.
Bienvenido Pablo a la familia árabe... espero que no terminemos jugando al estilo de Engrupo u Onda Vaselina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario