Luego de tener una década de oro en los 70 y su consecuente estela durante los 80, la década de los 90 para Palestino fueron años que en la perspectiva fueron de debacle. Viviendo de la medianía de la tabla para abajo, con el alejamiento paulatino de la gente en el estadio y un presidencia de Gaber Zerené para el olvido, Nuestro querido Tino Tino vio pasar a una serie de estrellas que no duraban más de un año en un club que gastaba más de la cuenta con la esperanza de dar la sorpresa en el campeonato mientras que los números de las camisetas se dibujaban con plumón.
Figuras en su apogeo, otras en retiro y algunas con la maldición de las lesiones, acá recordamos a algunas “estrellas fugaces” del Palestino de la década de los 90:
Jaime Pizarro: El Kayser, campeón de la Libertadores con Colo Colo en 1991, fue uno de los grandes centrocampistas de la historia del fútbol chileno. Con una capacidad aeróbica superior, su estilo de juego sobrio se paseó por canchas chilenas, argentinas, mexicanas y ecuatorianas en su rica carrera profesional. Ya en pendiente baja, acepta en 1996 el desafío de Palestino de participar en un equipo protagonista, demostrando que aún le quedaba talento por mostrar. al año siguiente es contratado por Universidad Católica.
Mario Salas: Uno de los buenos equipos que ha tenido la Unión Española fue aquel que llegó a cuartos de final de la Libertadores de 1994, con figuras como José Luis Sierra, Mario Salas, Ricardo Perdomo, Rodrigo Ruiz y un queso de arquero como Gerardo Rabadja. En 1995, Mario Salas llega a la tienda tricolor, realizando una campaña más que aceptable en nuestro club y dejando a Palestino en una digna posición ese año. Al año siguiente tomó sus maletas y recaló en Colo Colo.
Ricardo Perdomo: Así como llegó Mario Salas, en 1997 llega otro referentes del equipo hispano de 1994. El uruguayo Ricardo Perdomo era un mediocampista de corte bastante respetable, que incluso jugó la Copa América de 1987 por su país. Para variar una serie de lesiones nos privó de poder disfrutar más de su fútbol. El año siguiente fue el último como profesional en Rampla Juniors.
Severino Vasconcellos: El ídolo de Colo Colo en la década de los 80, y luego de salir adelante de un grave accidente, retoma sus últimos años en el profesionalismo eligiendo a Palestino el año 1990 como su último club. Mediapunta de buen toque, coincide su paso por la tienda baisana junto al auge de jugadores de la cantera como Victor Hugo Castañeda y Fabián Guevara. Se retira del profesionalismo en Palestino en 1992.
Alvaro Barco: Este espigado defensor peruano, miembro de la selección Peruana de la época, llegó en 1994 precedido de una buena campaña realizada en Cobreloa. Lo concreto es que su participación con los árabes fueron tan pocas que evaluar su rendimiento en Palestino es imposible. Problemas con la dirigencia y cansado de estar viviendo en una mediagua, decide tomar sus maletas y partir a Tampico Madero.
Walter Pajon: Talentoso volante de creación argentino, juega por Palestino en 1994 bajo la conducción técnica de Elías Figueroa. Nuestro club fue su última estación en el Profesionalismo.
Aníbal Gonzalez: El Tunga jugó por Palestino en año 1995, dejando el grato sabor de haber sido el máximo goleador de aquel campeonato con nuestra camiseta. De buen remate y escurridizo en el área, el Tunga dejó la tienda árabe al año siguiente para matricularse en la Universidad Católica.
Ronaldo Moraes: Palestino puede darse el lujo de contar que entre sus filas tuvo a un Ronaldo. Este ex-defensa brasileño, con recorrido en Intenacional de Porto Alegre, Corinthians, Gremio y Coquimbo Unido, llega a Palestino en 1993 ya en el ocaso de su carrera, disputando sólo 6 partidos por nuestro club. Fue tan poco lo que jugó que aquellos hinchas que lo pudieron ver en la cancha aprovechaban de pedir un deseo.
Clovis Bento: En el segundo semestre del 2000 se puso la camiseta de Palestino. Este jugador que había hecho goles en Vasco da Gama, Gremio, Corinthians, Paraenense, Santos, Benfica, entre otros, fue todo un lujo tenerlo en las filas Palestinistas, lamentablemente estuvo muy poco. Demostró su cartel anotando 7 goles en 13 partidos de la segunda rueda. Entre sus tardes que quedaron en la memoria de la parcialidad baisana, está el triplete que le hizo a Osorno en un aplastante 5 a 1(los otros dos los anotó Tagliani) y un 3 a 1 vs la Universidad de Chile en el estadio nacional, partido en el cual se dio no solo el gusto de anotar un par de golazos (uno de ellos fue un “sombrerito” a Sergio Vargas y decretó el 3 a 1 definitivo), sino que literalmente bailó toda la tarde a los defensores azules. Clovis Bento fue de aquellos jugadores que dejaron la eterna interrogante de cuanto pudo haber logrado Palestino si se hubiese quedado una temporada completa, pero las grúas del mercado fueron más fuertes. Yéndose al Barcelona de Guayaquil al finalizar el torneo.
Adolfo Javier Zeoli: Este portero Uruguayo llegó a Palestino en el año 1996. Año que fue de dulce y agraz, al término de la primera rueda Palestino se ubicaba en un expectante segundo lugar y Javier Zeoli era una pieza fundamental en los tricolores, entre sus características, había una que destacaba por sobre los porteros del medio nacional, en los mano a mano no se regalaba, lo que lo llevo a tener notables contenciones y en varios partidos ser elegido como la figura, sin embargo una lesión lo relego del primer equipo y Palestino entro en una crisis que casi termina con el equipo descendido, solo aseguró su permanencia venciendo en la liguilla de promoción a Deportes Iquique. Sin dudas Zeoli a pesar de no alcanzar a jugar una temporada completa, se ganó el cariño de la hinchada tricolor por su entrega y regalar notables atajadas. Una estrella fugaz que quedó en el recuerdo de todos.
Rubén Tanucci: Este pelucón defensa central destacó por su juego aéreo y pierna fuerte, llego a Palestino el año 1993, convirtiéndose prontamente en uno delos destacables de aquel año, pero su lugar en este pequeño homenaje se lo gano una tarde donde se puso traje de héroe, Palestino jugaba un decisivo partido contra Coquimbo Unido, el marcador estaba empatado a 1 gol, resultado que de poco servía, sin embargo vino un centro desde la derecha y Tanucci lo capitaliza con un perfecto cabezazo cuando ya se jugaba el minuto 90, con ello Palestino sumo 26 puntos uno más que Coquimbo, obligándolo a ir a la liguilla de promoción, mientras Rubén Tanucci se ganó un lugar en el corazón de toda la parcialidad Baisana, una estrella fugaz que brilló en el momento preciso y cumplió el deseo de todos los presentes aquella tarde de 1993.
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