domingo, 22 de noviembre de 2015

Palestino 2 - Colo Colo 0


Luego de depender de la “puntualidad británica” de Shadi Rabba, junto a Tío Bomba aprovechamos de sentar nuestra humanidad en los acolchados asientos de marquesina ya que la gente de seguridad se preocupaba de los garreros que se colaban por donde fuera en el coliseo de Ñuñoa para ver el match entre Palestino y Colo Colo este sábado. Lo demostrado hoy en los pastos del Nacional simplemente fue un partido redondo.

En la previa se preveía un partido de alta tensión. Por el lado del local, la cosecha de puntos era necesaria para mantener a los paisanos en posiciones de post-temporada, y por el lado del Indio, una pérdida de puntos significaba colgar de un hilo e hipotecar la punta del campeonato. El planteamiento táctico albo de un 4-3-3, reflejaba un vuelco en ataque frente a un 4-4-2 mentiroso que plasmaba en la cancha Pablo Guede. Y digo mentiroso porque con un estilo ofensivo al que ya nos tiene acostumbrados el argentino,  este se transformaba en un 3-4-3 con las subidas de Zacarías o Campos, dependiendo del frente de ataque.

¿Mérito árabe o error colocolino?

Los primeros minutos fueron una lucha constante de ambos equipos, sin predominancia de uno sobre otro. Se destaca en pos del espectáculo la rápida transición por el mediocampo, lo cual se reflejó en constantes acciones en ambas áreas. Con un Farías que ratifica su gran nivel en el quite de 1/4 de cancha y acompañados por la línea de 4 de Campos-Ahumada-Meza-Zacarías, La vanguardia alba se vio anulada en gran parte del primer tiempo, contando sólo con 2 ocasiones claras de batir al portero Marín: la primera un golpe en el travesaño tras un buen desmarque de Paredes, y la segunda fue el quite perfecto de balón de Meza en la boca del arco desprotegido, celebrado por la parcialidad tetracolor como el mejor gol y que sin duda marcó un antes y un después del partido.

Lo anterior creo que no es exagerado, ya que luego del 1-0 convertido por el mismo Meza, Colo Colo reordenó sus líneas e intentó con más garras el empate. El tackle preciso del zaguero de Palestino fue el tapón para que Colo Colo creciera y le enrostrara en sus caras que al frente el muro palestino estaba hecho de corazón, garra y calidad. Con esta garantía en retaguardia, el mediocampo y la delantera sumó confianza, redondeando al final que en la cancha a medida que pasaban los minutos había un solo equipo, y ese era Palestino.

Si el primer tiempo fue abierto para ambos equipos, el segundo fue una exposición de planteamiento táctico. Jose Luis Sierra por el lado de Colo Colo, obviamente salió con todo hacia el arco árabe, mientras que en la vereda opuesta, Pablo Guede apostó por el aguante inicial y control paulatino en el mediocampo, apostando al contragolpe vía Valenzuela - Cortés - Maturana y un solitario Riquelme, víctima del astigmatismo del lineman al anulársele un gol legítimo en el primer tiempo. Si hablaba de que Meza marcó un antes y un después con su tackle el primer tiempo, el segundo gol de contragolpe convertido por Cortés definitivamente tapó con tierra el ímpetu del popular, que con impotencia veía cómo se les cerraban los espacios y sus jugadores claves salían rumiando la rabia de la impotencia. Eso tiene una sola explicación: MERITO ABSOLUTO DE TODO EL EQUIPO PALESTINISTA.

Así, la hinchada tetracolor celebró como nunca un triunfo ante un rival al que le costaba doblarle la mano. Nunca antes se vio a doña Helva Ahmad saltar de alegría, cual calcetinera en un recital del Pollo Fuentes, y a otros con una sonrisa tanto o más grande que la del Guazón. Definitivamente un fin de semana para sonreír.


EL JUGADOR DE CARTON

El entregar el premio del “Jugador de Cartón” a una sola persona, siendo que todo el equipo jugó de manera sobresaliente sería mezquino… pero lo soy, y en esta oportunidad, Fernando Meza fue el pulsar, la estrella más brillante de la constelación del sábado. Felicidades Fernando, te lo tienes bien merecido!.

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