Roberto Ávalos es un caso especial, el volante de contención baisano es de aquellos jugadores que escasamente se puede encontrar en un club que no cuenta con el apoyo popular masivo; totalmente identificado con los colores árabes, así como también con la causa que está detrás de esta institución, Roberto es un verdadero ejemplo de tenacidad, convicción y pasión. Un jugador-hincha, incluso cuando dolorosamente partió de Palestino se las arreglaba para acompañar al equipo como un hincha más (estuvo en la final de Copa Chile, partidos de la liguilla para copa libertadores), sin embargo volvió a la tienda tricolor demostrando que su amor por el club trasciende contratos y va más allá del dinero.
Hace años atrás Roberto pasó 42 meses tras las rejas, cosa que a cualquier persona podría derrumbar e incluso yendo más allá, una situación así lo pudo afectar el doble profesionalmente por lo corta que es la carrera de un futbolista, pero en una muestra de convicción y amor propio supo salir adelante, demostrando que las segundas oportunidades existen, que con humildad más la hombría suficiente de reconocer sus errores puede volver a levantar la cabeza y avanzar hacia sus metas, ejemplos como los de Roberto nos hace ver en él un hombre que supo ganarle a la adversidad porque si bien cometió una falta grave, jamás dejo de ser leal a el mismo, ni a su familia, ni a la actividad que tanto ama (fútbol).
Roberto Ávalos tiene otra virtud especial, siente plena identificación con la causa Palestina, hecho que se ve reflejado en cada defensa suya con la camiseta tricolor, pelea cada balón con vigor y es de aquellos jugadores que podrá cometer un error, pero nunca se le podrá criticar falta de compromiso. Entiende que colores defiende y lo hace con orgullo conjugando una armonía entre pasión por el fútbol más identificación con Palestina que lo lleva a ganarse el ser considerado un “paisano” más. Del otro lado, el club que lo vio nacer como profesional volvió a abrir generosamente sus puertas; personas como Fernando Aguad, Jaime Escobar y Daniel Salvador (en su momento DT del primer equipo) demuestran que en una institución como Palestino no solo se vive de resultados, sino que también el factor social está impregnado desde sus cadetes hasta el primer equipo.
El próximo 14 de diciembre Roberto Avalos lanzará un libro relatando su experiencia en la cárcel y como su amor por el deporte rey lo sacó de aquella situación dolorosa. Demuestra que cuando se toca fondo solo queda una cosa por hacer: subir. Para lograrlo se debe tener plena convicción en las virtudes propias, cosa que Roberto Ávalos demostró en plenitud y hoy goza un respeto ganado tanto en cancha como en la vida misma.
Desde ya invitamos a nuestros lectores a hacerse con el libro cuando salga, sin duda siempre es bueno tener de ejemplo a una persona que vivió un infierno, pero que supo salir de este con humildad, esfuerzo e hidalguía.
Citando un coro de una canción olvidada en el tiempo nos despedimos.
“Arriba morocha
que nadie está muerto
vamos a punguearle a esta vida amarreta
un ramo de sueños
Avanti morocha no nos llueve tanto
no tires la toalla que hasta los más mancos
la siguen remando”.
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