martes, 12 de abril de 2016

El arrebato (por Payasito Alí)


Rie payaso y entretiene al aforo burlón,
donde se acurruca la tristeza y conviven los dos.

11 puntos de ventaja para ir a un nuevo torneo internacional echados a la basura, un comienzo que a estas alturas solo fue un espejismo, una broma cruel para quienes nos ilusionamos con un título, hoy la realidad es lamentar que el último triunfo fue hace 2 meses,  hoy  sentimos la impotencia de haber sido testigos de como palestino fue el único culpable del verdadero desastre que vive, fruto de malas decisiones, planteamientos erróneos  y un claro retroceso en la idea de juego que mantuvo Pablo Guede, la cual era simple: salir a ganar todos los partidos, sin embargo hoy vemos un equipo que con el correr de los partidos fue involucionando hasta convertirse en un conjunto frío, sin ideas y lo peor sin hambre de triunfo, pues lo visto contra Antofagasta fue una displicente presentación de los nuestros, asomando la derrota como un devenir natural de la involución del juego antes expuesto. Nuestra tesis acerca del violento cambio puede ser explicado en 4 puntos:

1- Rechazo en la asimilación del sistema Córdova. Todo sistema ante una nueva idea acarrea un inevitable conflicto y estado de crisis que tiene dos opciones: aceptación o rechazo, en el caso de Palestino es evidente que el rechazo al nuevo sistema es irrefutable, si bien es cierto que en un primer momento se consiguió sortear con éxito  los partidos, eran evidentes los baches que exhibía el equipo, como la entrega del balón(muchos errores) e imprecisiones esquemáticas que se veían evidenciadas en los continuos pases hacia atrás al no tener ideas de descarga claras en el medio campo, lo que es extraño pues este mismo plantel era de los que mejor jugaba en tres cuartos de cancha hacia arriba, entonces en vista de los nefastos resultados obtenidos hasta hoy es claro que el rechazo al actual sistema deriva en que el plantel juega sin confianza y no tiene la misma entrega al salir al campo de juego, por el contrario, se ve un equipo con miedo al error lo que produce una sensación de adversidad desde el primer minuto de juego.

2- Error en la percepción del perfil del equipo. Palestino en la era Guede fue trabajado desde sus cimientos a ser un equipo ofensivo, tenía una idea de juego definida y un dispositivo táctico que estaba por sobre el jugador, pues fue evidente que tipos como Alarcón que es un defensa central, se adecuaba al esquema ofensivo siendo utilizado como delantero. A pesar de las muchas críticas que por este mismo medio hicimos en su momento, también debemos reconocer que el tiempo le dio la razón y entendimos que el compromiso del plantel era tal, que cada jugador estaba consciente del rol que debía desempeñar en la cancha podía cambiar dependiendo de la circunstancia. Hoy palestino fue despojado de su identidad ofensiva, pretendiendo hacerlo seguro en materia defensiva, pero no ocurre, de hecho debe ser el equipo con mayores errores defensivos del torneo y eso viene directamente que para el perfil de jugador que tiene palestino no le acomoda un planteamiento defensivo, le acomoda un esquema que busque al rival, que aprovecha sus virtudes ofensivas amparadas en el buen pie y técnica que poseen nuestros mediocampistas, no rotaciones intranscendentes que terminan con pases a nuestro arquero y este entregándosela al rival.

3- Ofensiva con pólvora mojada. Enzo Gutiérrez y el pájaro Riquelme los encargados de provocar las celebraciones no han estado a la altura, en parte porque se les nota incomodos en el campo de juego y combinado con la falta de fe en el nuevo esquema hace que sean intranscendentes, los convierte en inofensivos y sin goles simplemente no ganas. Lo peor es que no existe recambio y el refuerzo que se trajo, Rubén Farfán, no ha tenido oportunidad de demostrar su valía y cómo hacerlo si no juega.  El actual momento del club necesita con urgencia un cambio ofensivo y no insistir con gente que hace rato están presentes en el campo de juego, pero sus mentes están en cualquier cosa.

4- Mal manejo de grupo y ausencia de trabajo psicológico. No es normal que tengamos la cantidad de expulsados en el equipo, existe poca tolerancia a la frustración e inconscientemente se hacen expulsar por la impotencia de no tener la más mínima idea de que están ejecutando en la cancha, todo eso combinado con un sinfín de errores que derivan en expulsiones torpes, discusiones estériles con los réferis que solo perjudican al equipo y nada sacan con ello, sin embargo este rasgo sigue siendo principal demostrado en cada partido en que alegan cobros de manera desmedida, no afrontan la adversidad con la confianza en su propias armas de dar vuelta un resultado adverso, sino que optan por juego brusco y victimización dentro del campo que merman las posibilidades de encontrar un resultado positivo, muy por el contrario han sido negativos y no se evidencia una actitud para cambiar esta situación.  
             
Concluyendo amigos “baisanos”, desde este medio siempre le dimos el voto de confianza a Córdova, pero es impresentable desperdiciar 11 puntos de ventaja  para entrar a un torneo internacional, es de una broma de mal gusto que un equipo que en algún momento se dio por candidato al título y como seguro clasificado a un torneo internacional no haya tenido las armas suficientes para doblegar a equipos que están descendiendo y no ganar NINGUNO de los partidos contra aquellos adversarios, por lo que la paciencia se acabó y solo esperamos que el equipo mejore e incluso clasificando a un torneo internacional la desconfianza ya está instalada, por lo que la única forma de que esta retorne es retomando el equilibrio en el juego ofrecido, de lo contrario se debe ir, pues esto como está ya no da para más.

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