domingo, 10 de abril de 2016

Palestino 0 - Antofagasta 2, A apretar los dientes


La derrota de ayer recibida ante Deportes Antofagasta fue merecida. Y digo merecida porque el cuadro árabe prácticamente no hizo mérito suficiente como para a lo menos emparejar en el marcador las acciones acaecidas en el municipal de La Cisterna, acentuando más las dudas sobre la real capacidad táctica de Nicolás Córdova y el convencimiento de los jugadores.


Quien venía más concentrado

Antofagasta sabía que en las últimas fechas debe jugar como nunca antes en el año para poder salvar la categoría; el trabajo estaba dando buenos resultados hasta la fecha pasada con su derrota ante O’Higgins, y que la misma la hizo retroceder de nuevo a la zona roja. Es por ello que en su mente no cabía otra cosa que el arco contrario y lo plasmó desde el primer minuto con un estilo directo y una zaga fuerte comandada por el paraguayo Riquelme, a la postre uno de los mejores jugadores del match. Por el otro lado Palestino llegaba con muchas dudas luego de más de 6 fechas sin conocer la victoria, y con la baja de su capitán César Cortes luego de su expulsión ante La Calera.

Posesión, toque y salida

Entonces la forma árabe para tratar de anular al rival era manteniendo la mayor parte del tiempo con el balón en su poder, cosa que efectivamente hizo. No obstante, esa posesión pecó tanto de un adecuado toque hacia compañeros. Simplemente a Palestino se le olvidó que el partido se juega con un rival que también se mueve y (oh, sacrilegio) se atrevió a hacer pressing en el mediocampo. hubo poca dinámica tetracolor para ir a buscar el balón dividido y la gran mayoría de los pases fueron contra presión, lo que se tradujo en que muchos fueran perdidos. Se echó de menos aquella rotación majaderamente paciente en la línea mediocampista de 4 que, mientras no encontraba un espacio para el ataque, no le pasaba el balón al rival ni para averiguar de que marca era.
 
La instrascedencia de los referentes

Sumado a ese factor, quienes tienen la responsabilidad tanto en mediocampo como en delantera de llevar las riendas estuvieron a un nivel bajísimo, y de esta no se salva nadie. Partiendo por Farías, que no logra mantener un promedio estable y tranquilizador como patrón en mediocampo, sólo chispazos se vieron y que reiteran lo importante que es para el equipo; pase bueno que conectaba con la vanguardia palestinista terminaba con un acercamiento al área cortina. También a la dupla Valenzuela - Maturana, sin espacios en gran parte del primer tiempo, el balón no pasó por sus pies, por ende opciones de gol en el primer lapso se redujo en una sola magra oportunidad. El segundo tiempo tuvieron más protagonismo, pero sus partners tampoco estaban con las luces prendidas. Luego, las intervenciones de Felipe Campos tal vez han sido las más bajas de todo este campeonato; bajísimo en todos los puntos de vista, su salida tuvo que haber sido mucho antes. Esteban Carvajal también fue intrascendente, al igual que un avejentado (pero con peinado a la moda) Jhonathan Cisternas.

Y en delantera… mejor no hablar, especialmente por el cariño que se le tiene a Riquelme. Pero la paciencia tiene un límite y este se acabó aproximadamente 4 fechas. Rubén Farfán entró para tratar de arreglar el mal de Diógenes que estaba en el césped, pero sucumbió a la tendencia del equipo, no obstante en lo poco que jugó hizo muchísimo más que el pájaro.

Así como va la cosa, solo nos queda apretar los dientes.

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