Palestino, a partir de un inicio discreto al inicio del campeonato, le costó sumar unidades si bien mejoraba en su andamiaje colectivo, situación que lo mantenía en la parte baja de la tabla de un campeonato muy estrecho. No obstante, su superioridad en lo futbolístico no s traducía en triunfos, léase frente a la Universidad de Chile e Iquique, entre otros. Por eso lo realizado el sábado frente a Antofagasta fue una especie de desahogo y reivindicación local, algo así como escuchar el "Machine Head" de Deep Purple, una máquina perfecta que ratifica con el buen momento por el que pasa en el ámbito internacional. Antofagasta por su parte no quería perder la racha que venía llevando, pero el cubierto cielo del mediodía de la Cisterna no estaba para especulaciones.
El gol tempranero de Antofagasta podríamos decir que fue fortuito, tras un rebote inesperado dentro del área chica para que Cladio Muñoz conectara la pelota con la red. No obstante el balde de agua fría no mermó en el funcionamiento tetracolor, que sabía muy bien su libreto plasmado por Nicolás Córdova, con un 4-4-2 asimétrico mutando según la ocasión del lance a un 4-3-3.
Vidangossy para nosotros fue el punto más alto dentro de un equipo que funcionó de manera sobresaliente. Amparado en una lenta reacción general del visitante, el talentoso volante hizo brillar la pelota en base a regates harta el hartazgo, construyendo un parque de diversiones en el mediocampo y con sucursales en las bandas y área chica. En el planteamiento de Nicolás Córdova, Mathias encontró en la la zona media el lugar perfecto para poder obrar con libertad su estilo de juego: partiendo desde mediocampo para dejar en ridículo 2 a 3 jugadores pumas, y con ello abriendo los espacios para la conexión con Valencia y las puntas. En el despliegue general del efectivo ataque palestinista, Vidangossy fue sin lugar a dudas un rockstar.
¿Se puede encontrar puntos bajos en la presentación del sábado en Palestino? Lo cierto es que no, partiendo con Darío Melo en el arco que cuando fue requerido respondió de manera superlativa ahogando 3 ocasiones que un arquero de la media hubiese tenido que ir a buscar al fondo del arco. Una defensa con Luna y Vidal que dio seguridad durante todo el cotejo, Carvajal y Cereceda como laterales con proyección y peligro cada vez que tenían el balón, el primero volviendo a su posición natural toda vez que Diego Rosende aportaba con su experiencia y claridad en el mediocampo de la mano del incombustible Farías; Leonardo Valencia estuvo sobresaliente como siempre acompañado de un inspiradísimo Vidangossy y un cada vez más activo Richard Paredes; y finalmente Leandro Benegas que no desaprovechó la contundente maquinaria para cerrar con tres goles de calidad su presentación y encaramándose como el goleador temporal del campeonato. También destacar el talento y despliegue de Jason Silva en el recambio de la vanguardia árabe, con un par de ocasiones que lamentablemente no llegaron a la red.
No obstante, la preocupación corre por cuenta de Franco Mazurek y su lesión a pocos minutos de haber entrado a la cancha, pensando siempre en el partido de este jueves ante San Lorenzo, dentro de un plantel que necesita de su visión y talento en una zona donde la riqueza de plantel no abunda.
Sin lugar a segundas lecturas, para Palestino el triunfo ante Antofagasta fue perfecto, metiéndose en la parte alta de la tabla, otorgando un espaldarazo anímico a todo el plantel y una sonrisa para timbrar los pasajes este jueves a Buenos Aires.
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