No se que fue más traumático, si la derrota por 3 a 1 frente a Audax Italiano, o escuchar los vómitos del editor jefe Mojito R Corgan desde el avión que lo traía de vuelta desde Chipre “ de lo que el denominó su viaje lunar”, lo peor es que no pudo conectar su computador a internet, así que tuve que oficiar de relator personal del partido y escuchar sus insultos que a priori eran para el desempeño del equipo, pero a medida que se terminaba su botella de Martini se volvían personales y aparte de sufrir con el partido que de por si era torturante, también tuve que soportar su historia de amor fallido con una joven originaria de Mali o algo así.
Yéndonos al partido, el cuadro tricolor enfrentaba a un Audax que, si bien venía de perder, lo cierto es que también venía mostrando un alza en su juego comandado por su estrella Sergio Santos. Por el contrario, Palestino debía esfumar sus fantasmas que le venían impidiendo sumar de a tres y solo cosechar empates fruto de su propia inconsistencia alimentada por errores propios, que como bien decimos solo habíamos cosechado empates la forma de jugar mantenía un cierto optimismo, pues el sentir era que si ajustaban su dinámica en defensa el derrotar a audax asomaba como una posibilidad concreta. Hasta la apertura de la cuenta por parte de Matías Campos López, palestino no mostraba nuevo, ponerse en ventaja no es novedad, la novedad sería el soportar el resultado…cosa que no ocurrió, por el contrario, luego de la apertura de la cuenta Audax tomó el protagonismo e hizo ver la peor cara de Palestino versión Sebastián Méndez, e incluso el empate por intermedio de Sergio Santos era poco premio para los itálicos por las ocasiones creadas previo al gol.
El desastre
El segundo tiempo comenzó de la peor forma, a los 13 segundos Audax aprovechó lo mal parada de la zaga palestinista y definió el partido. ¿Por qué lo definió? Simple, de ahí en más palestino no volvió aparecer exhibiendo su peor presentación. El ataque árabe no existió, con un Campos López huérfano, un medio campo dedicado a destruir y una defensa más preocupada de no seguir cometiendo errores, por lo que la realidad nos mostraba un palestino más preocupado de no recibir goles que de generarlos. Cosa que ni siquiera fue capaz de cumplir pues cuando el partido ya se iba, vino una falta que, si bien a nuestro gusto no existió, si era un premio para el esfuerzo hecho por Audax italiano y castigo para la inoperancia tricolor. La falta fue cobrada y sentenció aún más un partido que solo en la ilusión podía ser empatado no así en juego.
Resulta imperioso un ajuste en el equipo, y la incorporación de Luis Jiménez junto con Roberto Gutiérrez como una urgencia, pues lo visto vs Audax encendió las alarmas y lo exhibido en la copa Chile hoy parece más un espejismo que una realidad.
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