1-Primer Capítulo: Cuando no podía ser peor...
Un equipo lento, impreciso y predecible. Casi un equipo amateur luego de una parrillada con bajativo. Bastó que se parara en frente un rival con pressing en mediocampo y bastó para pillar a contrapié a toda la defensa, especialmente a los laterales. No hay análisis que resista lo presentado por Palestino en el primer tiempo. La ausencia de tres titulares (Villanueva, Farías y Benítez) hizo forzar la titularidad de Jiménez (que en menos de 48 horas tuvo que jugar dos partidos), acompañado de un César Cortés como única salida clara; pero bastó que Antofagasta tuviese una buena colocación y pressing para anular cada uno de sus pases. La consecuencia fue contragolpes rápidos por la banda cordillera, donde Mesina fue cero aporte, cruce de perfil (con un Fernández nulo en defensa, dejando toda la responsabilidad a un Romo descolocado) y a cobrar no una, sino dos veces (y pudo ser tres por el gol anulado). Sin salida, palestino optó por el pelotazo largo, pero bien controlada nuestra delantera por la zaga nortina. Para agregar más caldo a este agrio consomé, se sumó el infortunio de Luis Jiménez al lanzar el penal que pudo haber sido el empate transitorio.
2-Segundo Capítulo: De la esperanza a la frustración.
Para el segundo tiempo, Antofagasta se paró para dosificar la ventaja obtenida en el primer tiempo, esperando a Palestino y rematarlo de contragolpe. No obstante Palestino salió con todo para torcerle la mano al destino con un Bruno Barticiotto más despierto e incisivo, que descolocó a la zaga Puma. Un gol suyo tras centro por la izquierda y luego una habilitación por el mismo sector para que la conectara de cabeza Sotelo hizo ilusionar a la hinchada con una remontada que pudo haber sido épica, pero el DT antofagastino supo leer el encuentro acumulando defensas para aguantar el chaparrón. Y le dio resultado, ya que cada embestida árabe fue diluyéndose a medida que pasaban los minutos. Para colocar la guinda de la torta, nuevamente un mala salida por la banda izquierda por parte de Fernández pilla mal parada a la defensa y Uribe no desaprovecha la oportunidad para clavar la cuarta estocada cuando el partido daba su último suspiro.
Un mal debut de la escuadra tetracolor, un manto de dudas que se cierne en el horizonte con unos primeros 45 minutos que duplica la poca ocasión de tiro al arco que se vio en el partido ante Cobresal, esta vez sumado a un mediocampo sin peso específico. Es menester que esta faceta sea corregida por el plantel y el cuerpo técnico, ya que los rivales sabrán que será el talón de Aquiles de este Palestino. Punto aparte es la no conformidad de haber estado sin varios titulares, ya que si se quiere ser protagonista y pelear puestos de copa internacional, no solo se depende de 11 jugadores, sino que sus alternativas deben ser lo suficientemente capaces para suplir a los titulares. Aún tenemos confianza de que esto se puede revertir para volver a dar alegría a la parcialidad. Ahora se viene Cobresal para el partido de vuelta por la Sudamericana; el tiempo corre y se debe ser más rápido que lo mostrado en el primer tiempo de este Domingo.
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