Es el tercer día en que intento escribir algún comentario y nada. Y es que hasta duelen las piernas de la depresión. La única conclusión a la que he llegado es que las expectativas eran muchas y la decepción abismal.
Había ilusión, había alegría previa, había interés, incluso había morbo por Passerini. Esperábamos un match entretenido, para poder cerrar una semana laboral pesada luego del retorno de vacaciones. Y lo que obtuvimos fue un partido tan intenso como un recital de navidad de Cecilia Echeñique.
El DT Gustavo Costas asumió la máxima de "caballo que gana repite" en su formación titular este viernes, basando su juego en las subidas de los laterales y control del mediocampo, un líbero con proyección ofensiva y un delantero retrasado para descolocar a la defensa rival. Pero al frente se encontró con un equipo necesitado de puntos que no solo anuló a Díaz, Dávila y Martínez, sino que se dio maña de controlar en varios pasajes del partido y con las más claras ocasiones de gol. Afortunadamente Sappa tuvo el reflejo preciso para evitar la caída de la portería árabe.
La estadística lo dice todo: CERO tiros al arco, número impresentable para un equipo profesional y más aún para quien le ganó la fecha pasada al actual campeón. ¿Que pasó de una semana a otra?
En esta oportunidad esto no es un comentario, es una introducción para sus opiniones.
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