¿Cuál es la verdadera cara de Palestino este año, la del 5-0 frente a Cobreloa y el 2-0 ante Nacional, o el 0-2 ante la mediocre Universidad Católica? Para algunos, aunque tengamos una planilla a la altura del Real Madrid, al primer tropiezo se le aplica el mote de Levantamuertos, para luego saltar como el mejor equipo chileno en llaves directas de campeonatos internacionales.
Mientras
que el match frente a Cobreloa el equipo jugó contra nadie en casi los 90 minutos
realizando una actuación superlativa en todas sus líneas, el lance contra Universidad
Católica fue desnivelado sólo por la patriada de Aravena y el error en el
despeje del banana Suárez, entrando Palestino en los nervios de revertir sin éxito
el marcador y coronando lo anterior con la falta penal al final del partido.
Al contrario
de los dos lances antes mencionados, el verdadero Palestino se ha visto en la Copa
Libertadores. Partiendo por la serie contra Portuguesa, el planteamiento de
ataques rápidos frente a un equipo venezolano superior físicamente pero tosco dio
resultado; mientras que el triunfo en Paraguay nace directamente desde la
banca, que con los cambios adecuados le bastó 3 minutos para desnivelar el
partido y luego cuidarlo, jugando con la desesperación guaraní.
La
mentalidad mostrada por el DT Pablo Sanchez ha sido prudente con tal de dosificar
recursos a sabiendas de que el equipo quiere responder en ambos frentes. Lo más
probable que Vitamina tenga ya en su mente el equipo estelar, no obstante, esta
variación hace que el plantel deba entregar el 110% para la titularidad.
Ahora, en
el análisis de los primeros partidos, la serie de partidos tanto en
Libertadores como en el campeonato nacional dan indicios de cuál sería el 11 deseado
con el seguro Rigamonti, la defensa en 4 con Suárez, Bizama, Román y Rojas. En mediocampo
la fórmula tiende a Linares, Cornejo y Abrigo, pensando en quite, transición y
generación. Finalmente, en delantera, Carrasco, Palacio y Sosa van con ventaja.
Pero lo que resulta tranquilizador es que no es la única alineación que puede
haber (y usted ya habrá pensado en otros nombres sin estar muy perdido) y que
involucre una baja en la calidad. Dylan Zúñiga, Vejar, Marabel, Benitez, Dávila,
Ceza y Chamorro, por dar algunos ejemplos, ayudan a que el plantel tenga
profundidad en la banca.
Los refuerzos
incorporados en general han respondido a la altura de las circunstancias.
Partiendo por el mediocampo, a Linares le ha costado cubrir el espacio dejado
por la partida de Farías, pero esperamos que se afirme en su posición a medida que
avance el año; mientras que la llegada de Paredes ha dado un segundo aire y un
buena opción frente a Benítez. En tanto que, en delantera, tanto Sosa como
Marabel han demostrado a punta de goles sus incorporaciones.
No
obstante, el conjunto de Vitamina presenta una debilidad de comunicación en lo
que se refiere al centro del campo. Sacando de la ecuación a la buena actuación
de Abrigo cada vez que ingresa al campo, el quinteto Dávila – Cornejo – Chamorro
– Linares – Martínez (y sus combinaciones) no han dado aún con la tecla
adecuada, quedando como estrategia principal el tiro largo desde las bandas a
fin de sorprender las espaldas de las defensas tanto por el centro como por izquierda
y derecha; no obstante, la fórmula ha dado resultados teniendo, por ejemplo, el
segundo aire de Carrasco.
Finalmente,
esta vorágine no para en los siguientes 10 días. Partiendo con la visita a
Rancagua frente al siempre complicado O’Higgins, para luego el martes cerrar la
llave frente a un Nacional del cual no hay que confiarse (ya lo demostró frente
a A.Nacional en Medellín), y finalmente Rematar el próximo domingo en el choque
con La Calera. Todos estamos muy ilusionados que la buena racha continúe para
Palestino, ilusión justificada por lo mostrado en cancha y por un potencial que
puede ser explotado.
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