miércoles, 13 de marzo de 2024

Rigamonti, ¿El queque lo quiere con nueces o con chocolate?


 

Palestino está marcando una sonrisa en sus hinchas. También dos cálculos renales por los nervios, pero como dicen en la galería “Si no se sufre no es Palestino”.

El preámbulo de toda esta vorágine parte el sábado frente a O’Higgins. Un lance fuerte para lo que se ve normalmente en el medio local, siendo quizás la previa de lo que se venía para la noche del martes. Le costaba a Palestino tener el control del partido, algunos destellos sin dominar claramente al que era en ese entonces el invicto rancagüino. No obstante, el conjunto de Vitamina Sánchez nunca bajó los brazos, y el premio a ese esfuerzo lo encontró en el alargue final con certero tiro cruzado de Brian Véjar. Un gol gritado a todo pulmón y no era para menos, Palestino mostraba sus credenciales de buen equipo.

Con ese optimismo, la noche del martes se recibió a Nacional de Paraguay con la primera opción de clasificar a la fase de grupos. Pero el conjunto guaraní no se venía con cuentos y sacó toda la garra que caracteriza a los equipos paraguayos desde el primer minuto. Por el lado del local, no podía dar pie con bola, un palestino descolocado en mediocampo hacía aguas a cada embate de la visita. Con esa baja performance a medida que pasaban los minutos la sonrisa en los hinchas se iba desdibujando.

Pero a falta de fútbol, la garra sale en este equipo. Y no iba a ser otro, sino que Rigamonti el pilar de donde aferrarse. Primero fue el penal atajado a los 10 minutos del partido y luego, con un nivel superlativo de confianza, se alzó como el gestor de la clasificación en la tanda de penales. La cara de los paraguayos era reflejo de la canción de Camilo Sesto: Todo por nada.

Figuras para destacar son Suarez y su patriada para marcar el descuento necesario para la tanda de penales, también el chico Román y la inclusión en el segundo tiempo de Dávila, necesario para dar claridad a los tardíos ataques del segundo tiempo. También Junior Marabel, que dió mayor peso en la ofensiva en esta oportunidad. No obstante, se mantiene la preocupación por el bajo nivel que presenta Palestino en el quite y salida por el mediocampo, Nacional solo desnudó más la baja complementación que se da entre Cornejo y Linares. Por el lado de Dylan Zúñiga, Nacional encontró la llave de todos sus ataques que terminaron en gol.

Pero habrá tiempo (poco eso sí) para ajustar estos puntos. Hoy solo tenemos en la retina la espectacular actuación de Cesar Rigamonti, y vaya que nos costará borrar eso de nuestras cabezas. No en vano nuestro niño símbolo-poeta Garmendio Cirolo nos ha hecho llegar estos versos dedicados al portero:

 

En la noche fría, bajo el firmamento,

Rigamonti se yergue como un muro imponente.

Guardián de la red, su figura se alza,

En la cancha su presencia nunca se degasta

Su guante, extensión de su voluntad,

Detiene cada balón con tenacidad.

En el campo de batalla, un héroe sin par,

Rigamonti, el guardián, desafiando al azar.

Entre los gritos de la multitud vuela con gratitud,

En su soledad enfrenta la oscuridad,

Una fuerza indomable en su interior se revelará.

En la lluvia de disparos, en el fragor de la guerra,

Rigamonti se decide sin temor a la afrenta.

Cada embate desafía con coraje y valentía,

Y en los libros su leyenda así forjaría.

Rigamonti, del arco es el guardián,

Rigamonti, arquero de talismán.

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