Por razones familiares, no pude ver completo el partido del fin de semana de Palestino frente a la Universidad de Chile; eso sí lo terminé de escuchar por la radio y decidí esta semana no comentar del partido. Primero porque no correspondería hablar de algo que no pude ver, segundo porque debo confesar que quedé caliente por el resultado, y tercero porque hay algo más importante que se avecina y que requiere más que críticas, nuestra mente concentrada, la final de la Copa Chile frente a la Universidad de Concepción.
Es por ello que presento el siguiente análisis de las fortalezas y debilidades que veo en nuestro equipo, con la esperanza que Pablo Guede y el plantel lo lean, analicen y desarrollen líneas de acción. (Bueno, soñar no cuesta nada).
Las fortalezas:
- Posesión del balón. Es tal vez el mayor punto fuerte del equipo. El planteamiento de Guede parte con que el equipo tenga la pelota para poder generar jugadas de ataque, y eso lo han entendido y asimilado todos. Partiendo desde la defensa, la tónica es la de salir jugando reventando en contadas ocasiones el balón. Si es necesario retroceder, no se hace problema en llegar hasta Darío Melo. Falta por mejorar eso si el despeje desde el arquero, ya que es la oportunidad en que el balón se rifa al rival.
- Pressing y marcación. Una vez que se pierde el balón, el mediocampo y defensa empiezan a realizar un pressing que intenta anular al rival. En defensa creo que la forma de marcar que tiene el equipo está bien desarrollada al ser fuerte pero limpia.
- Apertura de frentes. Una de las características a fin del año pasado era la claridad en que los laterales y mediocampistas abrían la cancha realizando cambios de frente que generaban nuevos espacios. Si bien en los últimos partidos se han vuelto a retomar, es una buena herramienta a considerar.
- Anticipación del arquero: Darío Melo nos ha tenido más de una vez con el alma colgando de un hilo con sus adelantamientos y falta de timing, pero siendo objetivos, esta faceta ha evolucionado en El, dada la forma de juego arriesgada en el fondo, el arquero para a ser un líbero necesario.
Las debilidades:
- Poca sorpresa en ataque: Una cosa en la posesión del balón, pero sin jugadas de riesgo, esto se vuelve sólo en una estadística. En este aspecto, el factor sorpresa y la velocidad de traslado del balón parece ser el punto a desarrollar, sobretodo por los generadores de mediocampo que serian Valenzuela y Silva. Asimismo, la velocidad del balón en Riquelme y Valencia (o Vidangossy y Morales) por las puntas debe volver a retomarse.
- Defensa desprotegida en la salida. En este año debe ser el principal factor de la cantidad de goles recibidos. En el afán de mantener la posesión del balón, el rival anticipa en mitad o 1/4 de cancha y con ello descoloca la línea de 3 y a nuestro arquero que lo pillan adelantado de su arco. A veces reventar el balón también pasa a ser un recurso válido si es necesario. Guede se enojará, claro, pero tampoco somos el Real Madrid (y eso que ellos si se atreven a reventarla).
- Remates de distancia. Si bien esto es endémico en el fútbol chileno, es un recurso que se debe tener siempre en cuenta para las defensas cerradas. Y seamos honestos, a Palestino muchos ya le tomaron el pulso; esto va también de la mano con el factor sorpresa comentado antes. Como se dice en el campo, “el que no se arriesga, no cruza el puente”.
- Cansancio. Para el partido pendiente con Huachipato Pablo Guede no debiera a ningún jugador que tenga en mente para el día sábado frente a la U de Concepción. El cansancio físico (y en varios jugadores mental) está demostrado que les pasó la cuenta al plantel, por lo que nadie se va a enojar si frente a los acereros lanza a la sub-15 al campo de juego. El campeonato nacional ya se perdió y el partido del miércoles llegó a la categoría de “cacho”.
En definitiva, plasmo estos puntos porque a muchos la sensación que queda de nuestro Palestino es que la cosa “está ahí”, casi sintiendo que falta un pequeño empujón para que esto cuaje. A pesar del bajo rendimiento de puntos y goles, Palestino es un equipo ordenado pero pecando de inocente; es como un niño inteligente que va a la escuela engominado con partidura al medio pero que no se tira al suelo para no ensuciar la ropa. Tampoco queremos que sea un desorden total, pero en avanzada debe arriesgar aún cuando esto pueda implicar la pérdida del balón (y es mejor perderlo lo más lejos de nuestro arco). Un poco de rebeldía creo que ayudará a este equipo. Goles son amores, pero también es el mejor estimulante para estos muchachos. Hay todo una hinchada y un pueblo que les tienen confianza en que pueden llegar a tocar la copa. Nadie dijo que esto iba a ser fácil, sino que esto requerirá del esfuerzo de todos para llegar al objetivo deseado.
Vamos Palestino, tengo confianza en que darán lo mejor de si y que podrán volver a levantar la Copa Chile después de tantos años.
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