miércoles, 31 de agosto de 2016

Everton 1 Palestino 2, viviendo al borde del peligro



Lunes en la mañana. Reunión de pauta. Departíamos un café junto a George, Negro Andrew, Brooklyn Madison, Don Galán, Ron Jeremy y payasito Alí, cuando entra a la sala nuestro editor jefe, Mojito R. Corgan, con una carpeta en la mano y un papelógrafo kraft. Extrañados vimos a Corgan extender en la pizarra el papel kraft con el gráfico de las lecturas del último mes.
“¿Jefe, no era más cómodo mostrar el gráfico en PowerPoint?” pregunta Brooklyn Madison
“Que es eso de Powerpoint, ¿acaso es ese juegito donde todos van cazando bichos por la calle con el teléfono como mongólicos? En la Normal me enseñaron con papel Kraft y tiza, y ustedes van a aprender de la misma manera” Responde Mojito escupiendo en cada sílaba gotas de café con sucralosa.
“Ahora entiendo lo del teletipo en la oficina” murmura Ron Jeremy
“Volvamos a lo nuestro” – continúa Corgan – “Esta semana Negro Andrew y Jorge dejaron a todo el staff como niños de pecho, así que quiero para el próximo artículo que la gente quede tan encantada que impriman la nota y la manden a enmarcar. Brooklyn, aparte de hacer el café, ¿ has escrito algo?”
“ehhh…. La verdad es que no me ha dejado” responde Madison.
“No me vengas con excusas. Ahora mismo tomas el tren hacia Viña y escribes del match frente a Everton, tráeme algo sublime, una épica, una novela en tres tiempos” exclama Mojito mirando a la nada por la ventana
“Te va a costar rucio” dice entre risas Negro Andrew
“Tu te callas” interrumpe el editor jefe “El jueves quiero la nota del femenino y de su nueva masacre. Dudo que puedas hacerla mejor y quiero recitarlo el viernes en mi reunión semanal de taller de poesía y canasta”
De modo que partí al terminal para viajar a Viña. Tomé el tren tal como lo ordenó Mojito R. Corgan, pero a la hora y media me percaté que ya no existe el tren hacia viña, sino que terminé en la estación de Rancagua. Así que busqué el boliche más cercano para ver por TV el lance. Pensando en los retos del editor, preparé la siguiente nota del partido.

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El triunfo de visita de Palestino ante Everton de Viña del Mar se puede ver bajo dos prismas claramente definidos: el del mejoramiento en lo colectivo del equipo y del riesgo de la estrechez del plantel. Primero veamos el vaso medio lleno

El vaso medio lleno: Un plantel que mejora
El planteamiento táctico de los árabes agrada a la vista del hincha y del público en general. Nicolás Córdova logra armar con sus mejores exponentes un 4-5-1 que impone sus términos en defensa y mediocampo, con dos armadores talentosos como Valencia y Mazurek, más el complemento por la banda izquierda que, tiene una sana disputa entre Torres y Silva. Atrás de ellos, Farías ha encontrado en Esteban Carvajal a un buen escudero que aseguran una faena más segura a la zaga tetracolor. En el fondo Luna y un ascendente Vidal son la primera línea de control para un Darío Melo que está respondiendo cuando se le solicita. En lo específico ante Everton, destacó durante el primer tiempo el rápido toque desde la salida hasta ¾ de cancha, tal que la pelota fuese controlada casi siempre en zona ruletera.

El punto bajo en esta propuesta es que, una vez en ventaja, el equipo en vez de seguir presionando como al principio, comienza con una rotación del balón más aletargada que aún no logran asimilar, lo que conlleva a una mayor presión del rival y, por ende, a errores en pases que descolocan al equipo. Sucedió frente a San Luis y se repitió nuevamente ante Everton, lo que a la postre derivó en que, paradójicamente, los viñamarinos fuesen más peligrosos con 10 que con 11 jugadores. Afortunadamente, el empate parcial remeció al equipo y volvieron a concentrarse en la búsqueda del arco rival.

Ante Everton destacaron Ezequiel Luna y Vidal en la Zaga, Farías (ya nos tiene mal acostumbrados), Roberto Cereceda por el flanco derecho y Mazurek. Bajos en su desempeño estuvieron Leandro Benegas, Sierralta (Cerato fue un dolor de cabeza para el novel defensa). Pero quien se llevó todos los honores y quien sin duda fue el factor desequilibrante es Valencia, quien es imparable con sus gambetas y la visión privilegiada para ordenar y dar confianza al equipo.

El vaso medio vacío: Plantel corto
Teniendo en cuenta que actualmente Palestino juega en tres frentes competitivos, con prioridades idénticas, preocupa a mediano plazo si tanto la columna vertebral del equipo pueda mantenerse intacta a lo largo del semestre, considerando que están jugando dos veces a la semana. La preocupación no pasa por el staff técnico, sino por las posibles bajas de lesiones en el juego. Ya tuvimos la partida temprana de Cisternas, y muchos nos comíamos las uñas con las entradas a Valencia y Luna. Es por ello que, los posibles reemplazantes, trabajen duro para estar a la altura al momento de entrar a la cancha. Estamos convencidos que este es el año de Richard Paredes por ejemplo.

El vaso más lleno: Receso en la parte alta

El triunfo del lunes deja al equipo en una buena ubicación para el receso mundialista, una quinta posición  con 7 puntos, a 6 del sorprendente Iquique que, muchos ponen sus fichas a que con el paso de las fechas, cederá su posición. Pero por lo pronto el equipo tendrá un descanso merecido y con las expectativas en Sudamericana, copa Chile y campeonato nacional intactas.

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