El cinismo de la llamada comunidad judía traspasa el sentido
común, comprueba la soberbia del sionismo, pues en su carta de respuesta a la
comunidad palestina denuncian un clima de “desinformación” e invitación al
“antisemitismo”, dicen con total desparpajo que “tiene todas las garantías”.
Les recordamos que soldados de su estado ejemplo de justicia en las últimas
semanas ha asesinado a Hamed al-Masri con un disparo a la cabeza, los soldados
dispararon al desarmado Mohammed Tamimi, de solo 15 años, en la cabeza. También
los soldados mataron a Ibrahim Abu Thuraya, un amputado de las dos piernas a
quien también dispararon en la cabeza. Estás matanzas no les interesan, pues
claro que no, para ellos la cachetada (y patada) de Tamimi provocó furia. ¿Cómo
se atreve a golpear a un soldado del ejército de Israel? Un soldado cuyos
compañeros abofetean, golpean, secuestran y por supuesto disparan a los
palestinos casi todos los días.
Les queremos recordar a los defensores de la “tierra
prometida” Ella, que tiene tres parientes cercanos asesinados por la ocupación,
cuyos padres han sido detenidos incontables veces y cuyo padre fue condenado a
cuatro meses de prisión por participar en una manifestación en la entrada de un
supermercado, se atrevió a resistirse a un soldado. Desfachatez palestina. Quizás
en sus distorsionadas mentes esperaban que Tamimi se enamorará del soldado que
invadió su casa, le arrojaría flores, pero como es una ingrata lo recompensó
con una cachetada. Nos gustaría que en su cínica carta de respuesta también
argumentaran que motivos tienen los soldados sionistas para invadir casas,
hostigar a la población civil y mantener una brutal colonización que no tiene
comparación alguna, pues lo que sucede en Palestina no tiene lugar común.
Es realmente para aplaudirlos en tal payasesca exhibición, vieron
al enemigo cruel y peligroso al que se enfrentan: una niña de 16 años con el
cabello rizado.
Hace mucho tiempo que la sociedad israelí perdió la razón están
acostumbrados a oír hablar de terroristas y comportamientos asesinos. Es
difícil acusar a Ahed Tamimi de todo eso, ni siquiera tenía unas tijeras en sus
manos. ¿Dónde está la crueldad palestina? ¿Dónde está el peligro? ¿Dónde está
el mal? Sin embargo, la maquinaria de propaganda y lavado de cerebro de Israel,
que son tan eficientes, que ya tienen a sus autómatas chilenos justificando y
otorgándole un carácter humanitario al trato que está teniendo actualmente el
caso de Ahed.
Por último, les dejamos una reflexión a quienes continúan
justificando el actuar sionista quién es fuerte y quién es realmente débil. ¿El
soldado armado de pies a cabeza que invade una casa que no le pertenece o la
niña desarmada que defiende su casa y su honor perdido con sus propias manos,
con una cachetada?
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