domingo, 21 de abril de 2019

Palestino 1 - Universidad Católica 2





Palestino venía ilusionado que, luego de derrotar por la mínima a Antofagasta la semana pasada, repetir sus buenas actuaciones frente al puntero Universidad Católica, esta vez en su casa, en el Municipal de La Cisterna. No obstante, aún rondaba el fantasma del último enfrentamiento, un rotundo 5-0 en la súper copa. Esta vez, Católica alineaba un equipo mixto entre titulare y suplentes, pensando en Rosario Central a mitad de semana. Palestino por su parte, puso lo mejor que tenía al gramado, no guardando energías para su lance frente a River, también a mitad de semana. Un partido con sabor a copa internacional.

El sabor a Fernet aún se mantenía en la boca de Mojito R. Corgan luego de su almuerzo de riñones al jerez en el tradicional restaurant modelo de La Cisterna, cuando se instala en la butaca preferencial junto a Cote López y Roberto Gutierrez, aún convalenciente de su lesión. Caballero como siempre y pensando ya en la misa de domingo, saluda pacientemente a cada uno de los asistentes del sector con su mano derecha, mientras que en su mano izquierda sostenía aquel jamón pernil infaltable con ají comprado en el kiosko del sector J, junto con la infaltable agua mineral en su gabardina para mantener la figura.

Luego del pitazo inicial, era Palestino quien controlaba las acciones del juego acechando la portería de Dituro, más en volumen que en profundidad. Mientras Guillermo Soto abría las bandas por el costado derecho, Cortés de la mano de Véjar hacían lo suyo por el flanco izquierdo, buscando las oportunidades de habilitar ya sea a Jiménez o Passerini. No obstante, lo que no podía anular la defensa de Católica se desvanecía en pases errados en los pies de Chester. Católica esperó pacientemente el error en la zaga Palestinista, hasta que esto ocurrió al minuto 9 de juego por partida triple. Error de Véjar en la salida que habilita al medio y posteriormente en pase en profundidad, queda en solitario Munder (¿Dónde estaba Soto?) para enfrentar el arco. En vez de esperar, el portero Herrera sale a cerrar apresuradamente el ángulo al cubano, quien bate al portero y decreta la ventaja parcial para los cruzados. En la cancha se multiplicaron los retos y recriminaciones, mientras en que la gradería el lamento era evidente, tapándose la cara muchos de los asistentes, mientras Mojito para pasar la fustración terminaba de dar la última mascada a su sándwich y sacaba de su envoltorio un Alka para mantener ese característico aliento fresco como rocío de la mañana.

De ahí en más, la posesión del balón por parte de Palestino era intrascendente. Por ahí tuvo la opción Luis Jiménez con un tiro bajo hacia el pórtico universitario que hizo levantar de su asiento a Cote López esperando el grito de gol de su amado, más quedó ahogado en su pecho cual ruiseñor en medio de la lluvia, y que también hizo traspicar la mechada que en ese instante engullía Corgan un par de asientos más atrás. Lo que no tuvo Palestino en efectividad, si lo tuvo Católica en el arco contrario, que si bien tuvo menos el balón, fue más dañino con él en los pies, primero en poder de Buonanotte y luego en una tole-tole que salvaron a duras penas ya al final de  primer tiempo.

En el descanso, y mientras Mojito metía en el bolsillo de su gabardina todo lo que podía de las butifarras de desgustación, escuchaba los comentarios de los asistentes que se resumían en lo siguiente: Intrascendencia. Faltaba más poder ofensivo por parte de Palestino. Al parecer Bassay también lo entendió así, y sacrificó la creatividad de Cortés (muy impreciso) por la juventud de Ahumada. Y si bien tuvo su acierto en que los ataques de Palestino fueron mas profundos, aún no se cuajaban en un seguridad clara de emparejar la acciones. Jiménez retrasó unos metros para mantener el volumen en mediocampo, no tuvo la claridad de otros partidos. Así, el lance se desarrollaba en el mitad del campo hasta que, en un desborde y centro por la izquierda, botan a Passerini en el área y el réferi otorga penal para Palestino. Todos veían una luz al final del túnel, una opción para emparejar el marcador… hasta que ven que Passerini toma el balón para patear el penal. Algunos en la gradería empezaron a sacar sus estampitas de viernes santo para empezar a rezar, el Pájaro Gutierrez no ocultaba su inquietud en un movimiento descontrolado de boca, el padre Hasbún pedía que le diesen latigazos mientras se ponía la cruz al hombro, varios miembros de Los Baisanos se ponían a llorar, y Mojito R. Corgan ahogaba los nervios tomando el último corto de vino que tenía en el otro bolsillo de la gabardina. Pero para callar todas la bocas, Lucas bate al portero Dituro y decreta el empate parcial. Un grito de gol descontrolado salió de la boca de todos y cerró mentalmente la boca de muchos, Lucas Passerini llegó para quedarse.

Pero ni bien muchos no sacaban la sonrisa de su rostro y Mojito R Corgan no terminaba de pagar su jamón palta, viene un mal despeje del portero de Palestino y la falta de Soto que se transforma en penal y el segundo gol de Católica, que sería a la postre el resultado final del encuentro. De ahí en más las ansias de buscar nuevamente la igualdad por parte de Palestino se iban esfumando en errores de pases y bloqueos de la zaga cruzada.

Al final, derrota para Palestino de local y vuelve a la medianía de la tabla. Queda en el buen recuerdo la actuación de Farías, Fernández y de Guerrero, demostrando que en el mano a mano con Del Pino Mago, el primero está entregando mayor garra en la disputa del balón. Ahora volvemos a la magia de la Libertadores, en un partido frente al campeón vigente que en ambos lados de la cordillera saben que es el partido clave para clasificar a octavo de final.

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