Iquique 1-
Palestino 3
La previa
del match sabatino tuvo a dos equipos con pretensiones internacionales, pero
que en el ámbito local sus realidades son extremas: mientras Deportes Iquique
no conoce los puntos este 2025, Palestino ingresaba a la cancha con la mirada
puesta en alcanzar la parte alta de la tabla de posiciones. Y en un rincón de
la mente de los hinchas rondaba el miedo de pulir el cartel de levantamuertos,
ampliamente publicado en las redes sociales después de varios partidos.
Pero
Palestino se encargó de despejar todos los miedos.
Desde que
pisó el pasto del Tierra de Campeones, Palestino mostró diferencias con su
camiseta simbólica de resistencia e identidad, dejando claro a todo el mundo
que el espíritu de lucha no ha muerto, sino que sigue más vigente que nunca
frente a la amenaza de borrarlos de la historia en base a muerte y desprecio.
Dejando a
varios titulares fuera del partido ya sea por lesiones o descanso, la zona que
más sufrió fue la defensiva, y en especial el flanco izquierdo. Pero, por otra
parte, de mediocampo hacia arriba Palestino se encuentra en un muy buen momento
no solo por su capacidad de ataque, sino que también por lo atractivo de su
juego, a veces tejiendo jugadas elaboradas, y otras veces con pases directos
hacia las bandas. Consecuencia de ello son las bellas facturas de los tres
goles de Benítez, Abrigo (un remate con clase) y Tapia (ya hablaremos de ello).
Los más destacables
del partido parte por el portero Pérez, quien salvó a lo menos 4 ocasiones claras
de gol de Iquique, Parra y Fernández sólidos en el mediocampo, Benítez vuelve
por fin a sonreír y a reencontrarse con el gol, Carrasco y Abrigo ya malacostumbrándonos
a ver su juego entretenido en la cancha, y Marabel de dulce y agraz;
protagonista en los inicios de jugadas de ataque con aguante y su desmarque en
el tercer gol, y villano en un par de tiros que inexplicablemente no entraron
al arco.
El círculo está
cerrado.
La escapada
de Marabel, un centro incisivo, una pantalla del diferente y un remate potente.
Ingredientes necesarios para inflar la red y empezar la emoción. Un gol que no
es cualquiera, sino que es el cierre de un círculo de ilusión, frustración,
esperanza y alegría. El llanto de Gonzalo Tapia fue la manera más bella de resumir toda su trayectoria en una sola palabra: esfuerzo. Y el destino no quería que
fuese en un club cualquiera, sino que tenía que ser en donde partió su carrera,
para luego romperla en tercera, segunda y, finalmente, en la división de honor.
El cierre de este círculo abre uno nuevo de consolidación nacional y con la
posibilidad de mostrarse internacionalmente; por lo pronto mientras seque sus
lágrimas, Gonzalo sabe perfectamente que ya nada es imposible, y que el cielo
es el límite. Felicitaciones a Gonzalo Tapia al marcar su primer gol en la Liga
de Primera, el primero de muchos más en el futuro.
En resumen,
una buena presentación en tierras nortinas, en la cual Palestino retoma la
senda del triunfo y sigue en los puestos de avanzada. La próxima para de este
tren de emociones es Ñublense en La Cisterna, un estadio que al igual que el
equipo, se acerca cada vez más a ver la luz.