Pero el mundo a veces es cruel, frío e indiferente. No bastó dominar el match durante el primer tiempo, ya que si bien se tuvo el dominio hubo poca profundidad. No bastó amenazar con el nombre de Renato Ramos, si este estuvo prácticamente huérfano; No bastó con tener el talento de Leo Valencia, si prácticamente no entabló sociedad con César Valenzuela; en fin, no bastó frente a la providencia nortina en un partido infartante en sus últimos 5 minutos.
Pero trataré de sacar esta nube negra para destacar algunos puntos del partido:
- En el arco, resulta por lo menos interesante saber qué pasa con Felipe Núñez, ya que lo que se supo es que no fue citado por “Decisión técnica”. Resulta imperioso saber si el Pipe será considerado a futuro por Guede. Un jugador que nos ha dado tantas alegrías no merece una marginación tan drástica del equipo.
- Atractivo resultó el duelo entre nuestro defensa Lanaro y el delantero Rentería de Arica. Se dieron con todo y, mientras el defensa estuvo en cancha, el de Arica poco y nada podía hacer. Lamentablemente el roce pasó la cuenta y nuestro cancerbero árabe tuvo que salir expulsado por doble amonestación.
- La propuesta Guediana de poner de extremos a Valencia y Valenzuela no dio los frutos que se esperaban. Si bien la balanza se inclinó por el carril del formado en Melipilla, salvo un par de ocasiones no se generaron pelotas precisas para Renato Ramos.
- Nuevamente Jason Silva demostró que no es un aporte para el equipo. A diferencia de Riquelme, el “hincha del cacique” no aportó claridad en las oportunidades de ataque, más aún salió milagrosamente sin amonestación tras un codazo que propinó defendiendo un balón.
Bueno, la vida sigue y no nos podemos achacar. Se viene Copa Chile a mitad de semana y posteriormente un duelo que siempre será una vara para saber para qué estamos: Colo Colo.
Yo por mi lado, esta noche de viernes descansar quiero.
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