Que un hombre como Stephen Hawking haya apoyado la causa
Palestina, no hace más que revitalizar nuestras convicciones acerca de
Palestina. Hawking en el año 2013 se negó a participar en una conferencia organizada
por Israel, con ello respetando su pensar que lo que hace Israel en territorio
palestino es ilegal y sumamente desproporcionado.
Hoy por hoy y haciendo una analogía de su teoría sobre los
hoyos negros, se puede aplicar a la ideología sionista, pues succiona el
sentido común, cuyo centro de gravedad es tan fuerte que mantiene toda
partícula libertaria consumida en su centro y Palestina es arrastrada hasta ser
consumida por el hoyo negro sionista hasta hacerla desaparecer.
La figura de Hawking cobra una relevancia aun mayor, pues no
solo se quedo en una postura, sino que entendía que para combatir el hoyo negro
sionista hay que armarse intelectualmente, para ello hizo campañas personales
en apoyo de conseguir construcciones de centros de Física para los palestinos,
entendiendo que la resistencia se debe sustentar con una base educativa, siendo
la sociedad palestina la clave para continuar con su identidad vigente. Desde
este punto de vista el científico siempre tuvo claro que en Palestina el
desarrollo educacional y científico es el eje de la transformación social y por
ende alcanzar una resistencia aún más sólida en su principio ideológico para
impulsar el desarrollo de Palestina y como objetivos alcanzables el que los
futuros científicos palestinos tengan difusión de sus conocimientos, una tarea
de envergadura, compleja, inevitable y que debe ser puesta en marcha; sus
resultados de ser exitosos condicionarán la evolución social interna otorgando
una gravitación de Palestina en el
contexto mundial.
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