miércoles, 25 de abril de 2018

De copas américas, de alegrías y realidades de jugadoras profesionales.



Con la reciente clasificación de la roja femenina al mundial de Francia 2019, “Coupe du Monde Féminine de la FIFA 2019”, ha quedado al descubierto una realidad que ha estado presente hace años en nuestro fútbol femenino: la realidad que viven las jugadoras en un medio que había estado reservado para los hombres. 

Decidí investigar un poco más y me encontré con datos que denotan una realidad impresionante: A nivel internacional, Marta (brasileña, y la mejor jugadora de la historia) tiene un sueldo de US$500.000 anuales, mientras que Lionel Messi gana US$44.500.000, sin considerar los premios por logros ni publicidad. En resumen, entre el mejor y la mejor del mundo hay una diferencia de 89 veces el sueldo de la jugadora. 

En Chile, la realidad es impactante: solo algunos clubes ofrecen ayudas mínimas para sus futbolistas (financiera y equipamiento), y no son pocos los clubes donde su función es solo otorgar un préstamo de nombre para que el grupo de mujeres pueda participar en los torneos de la ANFP. Más del 95% de las jugadoras no recibe un peso por jugar, e incluso salir a jugar al extranjero  significa un costo económico y familiar que las jugadoras están dispuestas a tener. En la selección nacional, los partidos amistosos no generan remuneración para las jugadoras, pero cabe destacar que en la Copa América, ellas recibieron un bono (no comparable con el bono recibido por la selección masculina) por participación y otro bono por haber estado en los cuatro primeros lugares.

Durante la presidencia de la ANFP de Harold Mayne-Nicholls el futbol femenino se desarrolló mostrando y notorio creciendo las ligas femeninas, e incluso logró que ellas participaran en el Mundial Sub-20 2008, trabajo que se vio diluido durante la gestión de Sergio Jadue donde incluso la selección femenina salió del ranking FIFA. Actualmente con la presidencia de Arturo Salah el fútbol femenino logró reivindicarse, incluso teniendo como meta la organización de la Copa América en Chile, la cual revivió esa emoción por la selección que se había mostrado durante el 2008.

En la actualidad, la CONMEBOL ha resuelto que a partir del año 2019, los clubes que no tengan equipo de fútbol femenino no podrán participar de la Copa Libertadores y/o Sudamericana. Dentro de sus exigencias que plantea se encuentra el tener un equipo integrado por futbolistas mujeres, proporcionando el apoyo técnico, la infraestructura adecuada y también tener categoría juvenil. De lo contrario, los equipos deben empezar a armar proyectos para mantener la posibilidad de competir. En este sentido, Palestino ya generó una reunión para conocer al equipo femenino. 

¿Y las tinas?

En esta Copa América muchas personas celebramos el gol de Maryorie Hernández a Argentina desconociendo quizás de dónde viene ella. La May, como la conocen en el equipo, viene de Palestino, tal como también lo hace María José Urrutia. Las tinas han disputado finales y semifinales en los últimos años, además de haber salido campeonas durante el año 2015, demostrando un nivel que lo califica entre los cuatro mejores equipos del campeonato, en donde comparte esa característica con Colo-Colo, Universidad de Chile y Santiago Morning. 

Llama fuertemente la atención entonces que un equipo catalogado como uno de los mejores en el campeonato y con dos seleccionadas nacionales no tuviera el peso en el club que se merece, por lo tanto decidí conocer la realidad de palestino femenino. Me adentré entonces en este mundo (nuevo para mí): Aquí me encuentro con que el financiamiento para colaciones e indumentaria viene de familiares, amigos(as) y cuerpo técnico. Además, me enteré que antiguamente se entrenaba en las canchas de los juveniles de Palestino, pero los horarios de entrenamiento quedaban relegados a las 18:00 hrs hasta las 20:00 hrs, ya que antes eran usadas por los equipos masculinos. Sin luces artificiales en las canchas, en invierno no había luz natural, provocando que no se pudiera entrenar como corresponde, sumado a que los horarios donde se programaban partidos eran los últimos, cuya consecuencia era tener que terminar dichos encuentros minutos antes por la falta de luz, cosa que la ANFP no permitía, generando entonces la necesidad de emigrar a otro espacio. Es por ello, que el equipo actualmente juega en Nogales, Estación Central, cuya cancha es prestada para entrenar y jugar sin costo, debido al apoyo que se obtuvo de la municipalidad de esa comuna. Palestino femenino no posee el equipo necesario para empezar el campeonato cubriendo los requerimientos de la ANFP, y resulta importante mencionar, que durante el año 2015, 2016 y 2017 el equipo jugó con la misma indumentaria. La base para financiar esto recae en el apoyo de Todo Porteros, la Municipalidad de Estación Central y familiares de las jugadoras (destacando la labor del hermano de May Hernández, que regaló indumentaria para las jugadoras). Por último, con respecto a los sueldos, las tinas no reciben ningún tipo de sueldo oficial, sino que se aporta con los traslados o algún monto menor para financiar las colaciones, además de destinar dinero personal para financiar los viajes, ya que la ANFP no cubre todos los gastos. 

Estas mujeres, algunas madres, como el caso de María José Urrutia, quien dejó de vivir el cumpleaños de su hija por estar en la selección disputando la Copa América, son ejemplos de esfuerzo y garra. Ser parte Palestino Femenino significa dejar de lado compromisos, significa dejar de lado una vida tradicional por una vida de esfuerzo, significa pararse cada fecha del campeonato con todo en contra y aun así ser las mejores. Estas mujeres son un ejemplo de esfuerzo y mentalidad fija en sus metas. 

En un mundo de hombres ellas supieron demostrar que el camino es difícil y que a pesar de que queda un largo camino por recorrer para lograr igualdad, pueden cumplirse los sueños.

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