domingo, 13 de diciembre de 2015

Final de la Supercopa femenina, Palestino 0 - Colo Colo 3


Personalmente me costó 2 días poder escribir para ustedes, queridos lectores, estas palabras (merecidas por cierto) acerca de las tinitas y su lance del día viernes ante Colo Colo por la supernova del campeonato Pasión Fútbol Femenino. Costó porque estas debiesen estar llenas de alegrías para ellas y para la hinchada fiel que las siguió por todas las canchas donde jugaron. Más no olvidamos que durante todo un año nos entregaron esa alegría de buen fútbol, triunfos consecutivos y una campeonato, un semestre en que perdieron un solo partido, el de la final del viernes, versus una inmensidad de triunfos con goleadas incluidas. Y al recordar aquello, la amargura de un solo partido se reduce a eso, a un solo partido que para llegar a ello debieron salir campeonas, un logro que ni siquiera el primer equipo adulto ha logrado desde 1978.

El match

La ilusión de pelear su primer campeonato internacional estaba ahí, a noventa minutos de duelo frente Colo Colo, el mismo cuadro que derrotó 6 días antes. Una como campeona del apertura, otra como campeona del clausura. La estadística de enfrentamientos entre ambas este año era (aunque le duela a las albas) de 1 empate y 1 victoria para las tinitas, 0 VICTORIAS PARA COLO COLO. Y sin duda que el sentimiento de revancha de las albas era fuerte. Y lo hizo ver en todo el partido. Desplegando quizás el mejor juego del año, las jugadoras del cacique atacaron con todo desde el primer minuto el arco defendido por Valeria Rojas. Palestino por su parte intentaba desplegar su juego, pero a medida que pasaban los minutos el cansancio físico y mental les pasaba la cuenta. Aún así, sacaron toda la garra que podían para luchar hasta la última pelota.

Analizar la derrota en la supercopa pasa un factor clave que diferencia a las albas del resto de los equipos femeninos en Chile: son las únicas que en conjunto son profesionales, es decir, su trabajo es entrenar para el equipo; mientras que Palestino y sus jugadoras tienen que responder en sus trabajos, lidiar luego de ello con el transporte, y rasguñando una hora y media con las energías que quedan un entrenamiento. Por eso es que lo logrado la semana pasada por las tinitas es importante, nadie, pero NADIE era amenaza futbolística para Colo Colo. Ahora saben que hay un equipo al cual mirar con cautela, y que la forma para ganarle es reventándola físicamente, no les queda otra.

Lo que se viene

El próximo año se nos viene un nuevo campeonato, con la vara alta para estas chicas. Ellas los saben porque en su interior está la llama que las motiva a llegar a lo más alto, a igualar lo realizado este último semestre. El cuerpo técnico y la dirigencia del femenino tienen clara la película para esto: Necesitan de recursos para mejorar la preparación de las chicas. Y también el cariño de la hinchada baisana, pero sin dudas, la atención de la dirigencia. Han entregado tanto estas chicas que merecen la retribución de los mandamases paisanos. Sabemos que Palestino es un club que económicamente deben hacer malabarismos para estar tranquilos financieramente, pero insisto: No deben dejar que esta magia femenina se apague con el pasar de los días de la indiferencia. Por lo pronto, pequeños gestos se agradecerán, como por ejemplo, que las chicas empiecen a adornar su vitrina con la copa obtenida, en aquel mueble que se armó con cariño en Los Nogales, se lo merece también la gente de este barrio y quienes hicieron las gestiones de su llegada a Estación Central. Partamos también quienes quieren y siguen a este club con tan solo una sonrisa, una presencia y una rosa para ellas, es un simple gesto que encenderá una sonrisa en sus rostros.

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