Una vez más Palestino se mete en la final de una liguilla clasificatoria para un torneo internacional; Universidad de Concepción otra vez asomaba en nuestro horizonte, una vez más aparecía como el rival a vencer en una instancia definitoria, por lo que este partido en especial si tomaba un sabor a revancha por lo acontecido en la final de copa Chile en Marzo de este año.
El partido de ida de la presente liguilla Palestino venció por 2 a 1 a los del Campanil, con dos goles de Enzo Gutiérrez. Muchos tomamos esos dos goles como un renacer del atacante, pero mientras efectuaba el calentamiento previo sufrió una lesión que lo dejo al margen del duelo, desatando las lágrimas de Harold Benson quien me llamó presa de su angustia y gritaba entre sollozos una y otra vez “Dios, lesióname a mí!! Pero deja a Enzo en paz!!” La angustia de Harold pudo haber estado potenciada por el excesivo consumo de embutidos y alcohol que a veces le nublan la razón, espero que una vez consumada la victoria “baisana” haya encontrado paz.
Volviendo al problema en el ataque “árabe”, Pablo Guede tuvo que echar mano a nuestra “arma secreta” Francisco Alarcón. Si, el defensa ha sido todo un suceso, no solo en improvisación, sino que su inclusión responde a que Guede explota todas las virtudes del actual plantel, Alarcón al tener pierna fuerte y cabezazo, se convierte en un perfecto pivote y aguantador de balones, desconcertando a los defensas rivales ya que sus movimientos no son los habituales en un delantero.
Yéndonos al partido, el primer tiempo la Universidad de Concepción salió con un estilo mucho más ofensivo que el que venía ofreciendo a lo largo del torneo, y era que no, si al ser derrotados en el primer partido no les quedaba otra opción y lograron sorprender. Palestino se vio atacado y echo mano a su mejor cara defensivamente hablando, los hombres encargados de crear fútbol como Cortés y Maturana hoy se pusieron el overol recuperando varios balones, en especial Maturana quien luchó y peleó cada balón con mucha solvencia, sin caer en la vehemencia. Mientras los del campanil asustaban a través de remates de distancia como el de Manríquez, que Luis Marín sacó de manera notable y también como arma de ataque utilizaron los balones entre líneas que más de un susto hizo pasar. A pesar de la supremacía inicial de la U de Concepción, Palestino también mostraba sus cartas a través de Cesar Cortés como principal agente creativo y cuyas pelotas siempre fueron con intención (casi hace un golazo de mitad de cancha), además de la buena faena de Alarcón quien constantemente molestaba las salidas penquistas, por lo que la U de Concepción nunca tuvo serenidad para urdir jugadas ordenadas desde su área. Mientras “Chester” para coronar su buena presentación, en los últimos minutos de la primera etapa robó magistralmente un balón en plena salida amarilla. Con la defensa descolocada “Chester” cedió para Maturana quién dio un centro que encontró en Zacarías el perfecto ejecutor. Zacarías sacó un violento remate que dejo sin opción al portero Muñoz decretando el 1 a 0 y poniendo tranquilidad en el marcador global con un 3 a 1 a favor de los “Baisanos”. Un primer tiempo de mucha lucha, donde el medio campo fue la clave y es que a pesar de que la U de Concepción era más profunda, los constantes robos de balones por parte de los mediocampistas palestinistas (principalmente Farías, Cortés y Maturana) otorgaron la clave para abrir el marcador, dejando como evidencia lo anterior dicho que el gol “árabe” nació de una recuperación de” Chester” Cortés.
El segundo tiempo fue marcado por la tónica ir con todo al arco de Luis Marín por parte de la Universidad de Concepción pero con escasa profundidad, dejando espacios abiertos en su retaguardia, los cuales fueron aprovechados por la vanguardia de Palestino para tener oportunidades en el contragolpe, dejando en claro que el partido aún no estaba cerrado. En estas instancias, la figura de nuestro portero empezó a crecer, cerrando con candado su valla junto con una ordenada línea defensiva. Pudo la Universidad de Concepción descontar tras una jugada polémica en el área árabe, más la sensación de que podían revertir la llave o llevarla a lo menos a penales era lejana, y así lo sentía la numerosa hinchada tetracolor que viajó hacia Yumbel, ayudando de paso a ver por primera vez en el campeonato un marco de público decente en la cancha de la octava región.
Con el paso a la final de la liguilla concretado, se viene el último gran escollo de la Universidad Católica, que viene con el peso de ser tal vez uno de los mejores equipos en primera división, y su impotencia de que en las instancias decisivas “arrugan” (por decirlo de una manera elegante). No todo está dicho entonces, lo peor que podemos hacer tanto la hinchada como el plantel es confiarnos en esta semana clave; este grupo tiene la calidad futbolística y la fuerza mental para asegurar, por segundo año consecutivo, la presencia internacional de una institución que, más que un club, es todo un pueblo. Estamos a 180 minutos de volver a estar más cerca de Palestina y vibrar todos juntos en la alegría del gol, haciendo flamear la bandera roja, blanca, negra y verde que es gloriosa y rebelde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario