viernes, 11 de diciembre de 2015

Palestino, su trascendencia y las paradojas de la actividad.


   

Los hechos ocurridos el 6 de Diciembre, instancia donde se zanjaría quien sería el nuevo monarca del fútbol chileno fueron lamentables, vergonzosos y lo peor que no representan situaciones aisladas, las escaladas de violencia entre los llamados “barra brava” venían en aumento los últimos años ejemplos sobran, pero la pregunta angular es ¿Qué provoca a estos individuos manifestarse de una forma tan violenta? Para dar una respuesta que se acerque al contexto, se ofrece este pequeño análisis social realizado por el equipo de El Hincha de Cartón, con el fin de incentivar a la hinchada palestinista a seguir en el camino de la sana convivencia y comportamiento responsable, ya que cargamos a nuestras espaldas con la causa Palestina lo cual es preciso resaltar, porque es lo que nos entrega identidad y unión, otorgando con ello una actitud de respeto que se conjuga con un sentido de pertenencia que canalizamos a través de este deporte.

Más allá del fracaso que representa el proyecto de “Estadio Seguro” que no es más que un mal chiste, cuya mala organización significó de puente para delincuentes, quienes disfrazados de hinchas se dieran un festín de decadencia y a su ideología, podemos resumirla con bastante precisión en esta frase: improvisación hecha por tecnócratas que no tienen idea de lo que es la realidad, carecen de poder reflexivo, lo que desemboca en la realización de ideas que son una oda al sin sentido.
Para responder el porqué del comportamiento delictual debemos considerar  aspectos Psicológicos y sociológicos:

Aspecto Psicológico.
la génesis de tanta violencia radica en la alienación que sufren los componentes de dichas barras, quienes ven en sus respectivos equipos (lamentablemente este tipo de conductas se ven frecuentemente en los barristas de los tres equipos populares del país y que peligrosamente se transporta a regiones contagiando a los simpatizantes de dichas instituciones a imitar este tipo de comportamientos) una errónea forma de validarse, constituyendo con ello una patología de la idealización y de la identificación, es decir no existen parámetros morales en los cuales puedan canalizar la actividad deportiva, concibiéndola como un momento de recreación y promover ideales que estén acordes con la institución que representan, sino que se desactiva toda actividad del pensamiento.” El barrista bravo” no puede preservar puntos de referencia identificatorios. Entonces al carecer de estos puntos produce enajenación en sus pensamientos, negando la realidad y peligrosamente asumiéndose como que poseen una “verdad” (entendida esta verdad como una “ley del más fuerte” amparada en la nula seguridad existente en los estadios) compartida, pero incuestionable, que los impulsa imponer sus términos a cualquier costo como fuimos testigos en la última fecha del campeonato.

Aspecto sociológico.
El deporte, en específico el fútbol, es una actividad que bien puede clasificarse en el lado pasional del hombre, en el lado del instinto, de emocionarse y llorar, de no pensar mucho. Pero es ahí donde se encuentra una de las fallas, concebir al fútbol como deporte para tontos, intentar que los que rodean la actividad sea entes sin opinión(multas a las instituciones que consideran usan consignas políticas), al no tener una representación que no sea el mero populismo  de que su equipo “gana siempre” por lo tanto una derrota constituye en una ofensa de carácter personal, reemplazando el razonamiento por la adrenalina, por los instintos, potenciado por la escasa representatividad de ideales tangibles, da como resultado manifestaciones de territorialidad y confrontación con los "enemigos, olvidan por completo que quienes compiten son los equipos y pasan a sentirse ellos en competencia, convirtiendo la violencia en una emoción contagiosa, que comienza en uno o varios de los integrantes del grupo y se extiende a los demás, en una especie de instinto defensivo del grupo al cual pertenecen y marca de territorialidad, haciendo que paradójicamente el partido a disputar pase a un completo segundo plano.

Pasión no significa violencia.
 ¿Pasión equivale a violencia? Sin duda que no, la pasión no se debe confundir con enajenación, poniendo como ejemplo a Palestino, la devoción por este club de fútbol se potencia porque engloba  una propuesta (se crea el club para anclar un sentido de identidad), causa (intenta reivindicar la causa Palestina de una manera honesta y pacifica) y  actividad (el fútbol como medio de expresión) estableciendo un fuerte vínculo potenciado por el respeto a lo que representa la institución lo que se traduce a un comportamiento social que encaja con las normas urbanas.

Evaluación.
Concluyendo, a pesar de las estupideces que esgrimen los mandamases de nuestra federación de fútbol, en las cuales piden no “politizar el futbol”, existen instituciones que mantienen una postura clara en cuanto a lo que representan y dicha postura se traspasa a sus simpatizantes generando una afinidad que permite mantener un equilibrio conductual. Una de estas instituciones es Palestino que posee puntos de referencia de identidad claros, cada simpatizante entiende que lo que se representa va más allá de un resultado especifico. Es estandarte de una causa humanitaria que vive a través de la institución deportiva, generando con ello un sentido de responsabilidad entre nosotros sus hinchas, donde conviven 3 conceptos: sensibilidad, entendimiento y razón. De esta triangulación nace la trascendencia a la que hacemos referencia en el título del presente artículo , porque se transforma en un símbolo de resistencia, constituye un ejemplo a enfrentar la adversidad, utilizando el fútbol como vehículo de concientización pacifica, representando un ideal de justicia cuyas manifestaciones van dirigidas a un despertar social, representadas en un grupo humano con poder de crítica reflexiva y con una marcada posición política que aboga por el derecho soberano que merece Palestina a ser una nación libre.  Paradójicamente, este mismo concepto que nuestros “genios” del fútbol pretenden erradicar, es lo que podría salvar la actividad deportiva de la podredumbre social y moral en la que está inmersa, obviamente el concepto de “política” entendida como la moral que se ocupa de la actividad, en virtud de una sociedad libre. Creemos firmemente que Palestino representa estos conceptos y estamos dispuestos a seguir dando el ejemplo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario