domingo, 23 de octubre de 2016

San Lorenzo - Palestino



A Buenos Aires cientos de hinchas árabes llegaron por tierra a alentar a Palestino. 60 horas de viaje para ver al equipo de sus amores enfrentarse ante miles de argentinos. 35 de ellos tuvieron que capear con cartones el frío y la lluvia de la noche bonaerense, en un periplo que nunca olvidarán. Para ellos, hinchas de la adversidad, va dedicado esta columna.

Palestino en el camino de los sueños, viajó a Buenos Aires a enfrentar a San Lorenzo de Almagro por los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Una instancia en la que los tetracolores llegaron con méritos propios luego de vencer a un gigante como Flamengo en Brasil. Es por ello que las fichas de la hinchada estaban puestas en el equipo de Nicolás Córdova frente a un equipo que quizás sea el mejor de Argentina en estos momentos, con figuras como Blandi, Beluchi, Bergessio y Ortigas, entre otros. Un equipo que mantiene parte del plantel que obtuvo la Copa Libertadores hace 2 años. Y a diferencia de los brasileños, los cuervos entraron sin subestimar al Tino Tino.

El ex equipo de Pablo Guede mostró desde el primer minuto un esquema de juego trabajado e inteligente, con un pressing bien aplicado sobre los jugadores generadores de juego de Palestino, y en especial a Farías, a quien no dejaron de respirarle en el oído. Con el 5 maniatado, las salidas de Palestino corrían por cuenta de Vidangossy, de muy bajo desempeño en el césped de los santos, y un Valencia muy bien marcado en escalas por parte de Mas y Merlini por la banda derecha.

No podemos hablar de un monólogo por parte de San Lorenzo, pero si es más preciso hablar que los argentinos dirigieron el diálogo durante los noventa minutos, siendo Palestino un interlocutor que le costaba entender su ritmo. Y es que, sumado a los primeros minutos en que la zaga paletinista mostraba señales de nerviosismo, en gran parte de los embates del local no lograban leer su dinámica, partiendo por el espacio que entregaba Cauterucchi por la banda izquierda (¿Cereceda era quien debía marcarlo?). Para peor, la lesión de Vidal en el primer tiempo obligó a Córdova a sacrificar a Carvajal a la defensa en el primer tiempo. En el primer tiempo San Lorenzo se impuso por fuerza, disposición táctica y precisión, pero lo más importante demostró efectividad. Por parte de Palestino, las pocas oportunidades que tuvo frente al área local no fueron bien aprovechadas en los tiros libres de Valencia, con un Leandro Benegas que casi tuvo el gol de testa en los primeros minutos, pero luego se fue diluyendo en la lucha por obtener el balón en 3/4 de cancha. el pitazo del primer tiempo tenía a San Lorenzo con dos goles de ventaja y a un Palestino que se iba al descanso con la preocupación de tratar de equiparar la acciones.

EL segundo tiempo si bien se mantuvo el dominio de los argentinos, bajó en su eficiencia frente al arco de Darío Melo, de buen desempeño. Palestino encontró una mayor movilidad con el tándem Mazurek - Carvajal por el ala derecha (este último uno de los más destacables), el daño frente al arco rival era bajo. La inclusión de Paredes (tardía a nuestro entender) por Vidangossy refrescó los martillazos por la banda, pero a medida que corrían los minutos las esperanzas de un descuento de diluían.

En resumen, un partido que concluyó en un choque de fuerzas disímiles, en el que el mano a mano el rival fue superior. Una derrota en pastos argentinos que espera su revancha en Santiago el próximo jueves 27. Se ve difícil en el papel revertir en el global, pero este equipo ya nos tiene acostumbrados a hazañas. Nadie quiere despertar de este sueño llamado Copa Sudamericana, sobretodo este grupo de jugadores que han entregado todo en la cancha, y sabemos que en el partido de revancha no será la excepción. Podrán ponerle a un gigante al frente, pero al igual que todo el pueblo palestino que sabe de resistencia y adversidad, van a enfrentar al mundo entero en pos de un sueño. Confiamos en que tácticamente encontrarán la llave, que cada uno de nuestros jugadores van a pelear el balón con su vida, que en cada pique correrán para ganarle al viento. Y que nuestra bandera flameará gentil e imponente para demostrarle al mundo que el aguante Palestinista derriba muros y vence a gigantes. Y como dijo David Bowie, “podremos ser héroes solo por un día”.

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