viernes, 28 de octubre de 2016

Palestino 1 San Lorenzo 0, simplemente gracias.



Palestino entró a la cancha con la difícil tarea de dar vuelta la serie ante San Lorenzo,nuestra hinchada sabiendo lo complicado que era la misión no se guardó nada,se desplegó una bandera Palestina gigante dejando en claro que si bien en su concepto inherente representa a Chile, también se representa a un pueblo que sufre, que su identidad y supervivencia cada día está en jaque, el por qué cada partido de nuestro palestino en el plano internacional cobra relevancia se proyecta, por ejemplo,que  con él solo hecho que un relator extranjero diga nuestro nombre nos otorga validez como comunidad, nos hace existir, entonces palestino se convierte en nuestra huella digital, la que permite identificarnos.  

El paso de Palestino en la copa sudamericana dejó en claro que nuestro equipo es el alma, espíritu, amor por nuestras raíces, nuestro común acuerdo en reconocernos como lo que somos y a través de aquello abogar por la libertad de un pueblo que sufre un calvario que no buscó...fue impuesto. Sería vergonzoso callarlo y no lo haremos, por lo mismo es errado pensar que sólo se trata de fútbol, detrás  de estos cuatro colores se esconde la esperanza, y en el encuentro contra los argentinos la pudimos ver reflejada en el juego que desplegó palestino, pues es cierto somos un plantel escaso, pero esa escasez fue maquillada con la responsabilidad de no decepcionar a los hinchas que desplegaron la bandera...y por supuesto a los otros hinchas a 13 000 kilómetros que son la razón de nuestro existir, en especial a aquellos niños que gracias a la ocupación son forzados a convertirse en hombres antes de tiempo, postergando sus sueños en muchas ocasiones, para estrellarse de lleno con el horror de ver tanto sus vidas como su libertad comprometidas.
No señores, no es sólo fútbol, no son meros 90 minutos, es un tributo a la libertad y una invitación a la tolerancia , por eso es que solo podemos decir gracias palestino por entregar esperanza y que si caes no será sin antes luchar. Ya lo supo San Lorenzo, que representar a un pueblo que clama justicia,vale más que individualidades millonarias.

Un periplo mágico, una senda por el sueño sudamericano que nos entregó este plantel por Paraguay, Perú, Brasil y Argentina, de la cual solo podemos sacar cuentas alegres, inclusive hasta el pitazo final del nefasto arbitro uruguayo que jugó para San Lorenzo la noche del jueves. Porque hay que decirlo, el arbitraje favoreció a un equipo como San Lorenzo que mostró la cara más vergonzosa de “el equipo que mejor juega al fútbol en Argentina actualmente”, totalmente distinto a lo mostrado siete días antes ante su público. Un libreto de aguantar la ventaja que, luego de la expulsión de Belucci se tradujo literalmente con sus 9 hombres en su propia área. Mérito indiscutible de Palestino que salió desde el primer minuto a no especular, con el arco de Torrico entre ceja y ceja, lamentándose una mayor eficiencia en la finiquitación de las jugadas de ataque que, al final del global de la llave, supo aprovechar el rival en los primeros 15 minutos en Buenos Aires.

Del partido de ayer, destacamos a todos los jugadores sin excepción, con una entrega encomiable, con el espíritu de luchar hasta la muerte y desdibujando a San Lorenzo de rey a paje. En el global de la llave,  no podemos dejar de elogiar lo mostrado por Esteban Carvajal, jugador polifuncional y efectivo (ayer tuvo tres ocasiones de gol), la entrega de Leandro Benegas, el andiamaje de Agustín Farías, el talento incombustible de Leonardo Valencia y la madurez bajo los tres palos de Darío Melo.

Solamente queda en estas últimas palabras, agradecer enormemente a todo el plantel por hacernos más grandes de lo que somos, de amplificar nuestra identidad y nuestra existencia a Sudamérica y el mundo. Nos quedan otros frentes por los cuales luchar, y tenemos plena certeza de que las alegrías que nos darán vendrán más temprano que tarde.

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