domingo, 11 de noviembre de 2018

Audax 0 - Palestino 1, la primera estocada



En la sala de Redacción de El Hincha de Cartón, George Talca, el Pequeño Timmy, Pablito Rompe-Sesos, Tina Latina y Anais de la Zota se disponían a ver el match junto con papas fritas y cervezas frente al televisor y la señal pirata de internet, ya que para variar, Mojito R. Corgan, el editor en jefe, había olvidado responder a la solicitud de encargados de prensa para el estadio, mientras que aún no salía de su despacho desde hace 13 semanas, realizando cálculos, elucubrando conspiraciones y escribiendo poemas proféticos post modernos. Pero ya nadie estaba preocupado de su paranoia, solo importaban los 90 minutos que se venían, la final de ida de la Copa Chile, Palestino frente a Audax Italiano en el Municipal de la Florida.  

1- Disposición defensiva: Palestino planteó una línea defensiva eficiente desde el primer minuto que, salvo la primera estocada que puso Audax y cuyo gol fue bien anulado por el mediocre réferi del encuentro, anuló en todo el primer tiempo y gran parte del segundo las embestidas itálicas. González con Díaz se impusieron como dos torres difíciles de batir, apoyado en la línea media por Fernández y Farías como perros de caza. Audax a medida que pasaban los minutos diluía su creación, teniendo a medida que pasaban los minutos menos claridad. Luego de la expulsión por doble amonestación de Díaz, el panorama se complicó más para Palestino con un jugador menos, no obstante la amenaza verde mostró que, a pesar de tener el gol rondando en sus narices, fueron poco efectivos para concretar. Santos por la banda izquierda no fue ni la sombra de lo que ha estado mostrando y Geraldino fue más incisivo por la derecha, pero en la raya para la suma no causó el estrago que se esperaba.

2-  Control: Con una retaguardia segura, el proceso de creación y ataque tuvo la tranquilidad de manejar los hilos del primer tiempo a favor de Palestino. Jiménez sigue ratificando que combustible le sobra, apoyado en sus espaldas por un Soto que, si bien no fue tan incisivo en el doblaje como en otras ocasiones, no tuvo mayores zozobras por su banda retomando posiciones de manera ordenada. En tanto por el flanco izquierdo, se vió menos prolijidad en el tándem Torres - Cortés. Las embestidas más peligrosas del Audax se dieron por el flanco que defendía el barbudo lateral, mientras que las salidas de la mano de Cortés fueron poco claras, con un doble desgaste evidente de Chester que no aguantó los noventa minutos en el campo de juego. No obstante, el mediocampo se las arregló para mantener el control del juego durante los primeros 45 minutos y así abastecer a Gutiérrez y Campos López, de buen cometido ambos y con mucha garra para disputar cada balón que les llegaba.

3- La ocasión hace al campeón: El cambio obligado de Guerrero por Campos tras la expulsión de Díaz hizo necesariamente que Palestino, con inferioridad numérica, buscase válvulas de escape por medio del contragolpe y creando jugadas de pelota detenida para poder llegar al arco de Muñoz. La inclusión de Diego Vallejos por Cortés buscó darle frescura a las escapadas en vanguardia y apoyar a un pájaro que corrió todo lo que pudo. Así, y con el tablero del campo volcado hacia el arco de Zanahoria Pérez, se produce en el epílogo del segundo tiempo la oportunidad tras pelota detenida. Quedando dos minutos para el término del partido, todo el equipo sabía que esta era LA oportunidad, y con la ayuda de un pésimo control del meta itálico, Vallejos no tuvo nada más que realizar un sutil toque con la derecha y mandar el balón al fondo de la red. Algarabía total en la galería Norte, embelesada con banderas tricolores que no pararon de gritar el gol agónico frente a un estadio local silente, cabizbajo e impotente. 

El pitazo final no tardó mucho en llegar, y en la pantalla se mostraba la alegría de la hinchada árabe, mientras que en la sala de redacción la situación no era distinta: Tina Latina arriba de un escritorio hacia flamear su bandera Palestina, Pablito Rompe-Sesos tomaba sin parar su enésima cerveza, El pequeño Timmy cantaba mientras recogía las colillas de cigarrillo y George Talca no paraba de llorar arrodillado en el suelo. Eso ocurría cuando se escucha que la puerta del despacho se abre lentamente. Todos miraron hacia la puerta y ven el rostro de Mojito R. Corgan con una extraña semblanza de nirvana y locura. Acto seguido, hace callar a todos y exclama:

“Este 2018 ha sido un año extraño, Palestino ha estado al borde del abismo, con el fantasma del descenso acechando, no ganar en meses, con cambios de entrenador cuyas propuestas entusiasmaban en un comienzo, pero con el recorrer de las fechas iban siendo presas de su ingenuidad.  Mientras en Palestina asesinaban a manifestantes en una marcha pacífica bajo la impunidad morbosa de la que goza el “pueblo elegido”.  Con todo eso pocos podían presagiar que en el ocaso del año palestino estaría peleando por un título, sin embargo palestino fiel a lo que representa parece levantarse ante la adversidad, regalando esperanza a sus hinchas y sobre todo a aquellos hinchas que están a 13 mil kilómetros de distancia, para ellos que el momento de gloria se acaba antes de empezar, para ellos que aunque esté todo perdido pagaran el precio sin contar el costo. Para el pueblo palestino que se le niega la victoria, decirles que su sacrificio no es en vano.  Es por ello que estamos seguros que este grupo de jugadores ahora comandados por Ivo Basay harán lo posible para que el Domingo 18 de Noviembre Palestina amanezca con una sonrisa y volver a gritarle al continente que Palestina existe.”. Todos quedaron en silencio luego de aquel discurso y, sin mediar una palabra más, Mojito R. Corgan se levanta de su sillón, abre la puerta y sale a la ciudad después de muchos meses de encierro, sin destino aparente.

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