lunes, 19 de agosto de 2019

Palestina en la WAFF: Fútbol, coraje e identidad.



La identidad Palestina se ve reforzada en su selección, puesto que con el fútbol se dan herramientas que permiten construir un mensaje, en el caso específico de la selección Palestina este mensaje solamente diría: CORAJE.

La selección Palestina de fútbol tuvo en Agosto un nuevo desafío: el campeonato de Asia occidental o mejor conocido con sus siglas en inglés WAFF. Para contextualizar, dicho torneo es una competencia compuesta principalmente por países y territorios de Asia occidental. El evento está organizado por la Federación de Fútbol de Asia Occidental. Por lo general, se celebra cada dos años, pero en ocasiones a intervalos más largos. En está ocasión el torneo fue organizado por Iraq, en la ciudad de Basora.

Palestina llegó al torneo con una selección compuesta casi principalmente por jugadores locales para probar nuevos talentos que podrían ser convocados de cara a lo que serán las clasificatorias para el mundial de Qatar 2022.

Palestina quedó en el grupo A, emparejada con las selecciones de Irak, Yemen, Siria y el Líbano. En su debut derrotó a su par de Yemen por 1 a 0, con gol de Yasser Hamed. El único jugador de la nómina que milita en Europa, específicamente en España  en el club Portugalete de la tercera división ibérica y su posición es la de central. En un encuentro que tuvo dominio palestino la mayor parte del encuentro, pero que solo encontró ventaja mínima en el marcador, dándole con ello los primeros 3 puntos del certamen.

En su segundo encuentro debía enfrentar a la selección anfitriona, candidata al título y con un palmarés respetable dentro del fútbol árabe, la selección de Irak no tuvo un fácil encuentro, pero su experiencia le jugó a favor, derrotando a Palestina por 2 a 1. El gol de Palestina fue convertido por Islam Batram a los 3 minutos, con el que abrió el marcador, sin embargo Iraq logró el empate a los 22 por intermedio de Abdul Raheem y luego cuando solo faltaban 8 minutos para el término del encuentro Ali puso el gol del triunfo por intermedio de penal.

Para el tercer partido asomaba la selección libanesa, en cuyo lance se vieron fuerzas parejas, sin embargo Palestina contó con las mejores ocasiones, aunque no fue suficiente para doblegar a la selección libanesa, terminando el encuentro 0 a 0.

El último partido fue contra el combinado sirio, selección emergente y que en los últimos años ha evidenciado una notoria mejora. De hecho ha estado a punto de clasificarse para las dos últimas citas mundialistas, por lo que era una dura prueba para Palestina, el partido comenzó con dominio sirio, explotando las bandas y consiguió rápido premio, ya que a los 3 minutos Mobayed abría el marcador. Cuando terminaba la primera mitad Islam Batran colocaba el empate 1 a 1 y con eso se iban al descanso. En la segunda mitad Oday Dabbag anotaba el 2 a 1 de penal y solo un minuto después el mismo Dabbag asombraba a propios y extraños al decretar el 3 a 1, pero los sirios no se durmieron, comenzando a presionar la portería palestina, dicha presión contribuyó en un penal que marcaría Al khatib a los 66 minutos y casi inmediatamente después Mardikian a los 73 anotaba el empate a 3 tantos, partidazo y con ese envión anímico Siria se fue en busca del triunfo, pero Palestina sorprendió aprovechando una falla siria al hacer la línea de fuera de juego y yamin decretaba el 4 a 3 a los 89 minutos, con ello sellaba la victoria Palestina, que si bien le sirvió para escalar al segundo puesto del grupo A, no le alcanzaría para llegar a la final, ya que Iraq accedió a esta al terminar con 10 puntos, mientras Palestina quedó con 7. Iraq jugaría la final contra Bahréin, quienes a la postre se quedaron con el título.

El fútbol Palestino ha tenido un constante ascenso en los últimos años, lo cual es de un mérito enorme, ya que es muy bien sabido  las dificultades que enfrentan los palestinos, incluyendo los deportistas, cuando necesitan moverse fuera de palestina, por lo que la selección Palestina en cada presentación da una muestra de coraje y dignidad que alimentan la identidad y vuelve a decirle al mundo: Palestina fue, es y será una nación.


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