domingo, 11 de enero de 2015

Palestino 0 - Cobresal 1


Que mejor opción para sortear el calor de una tarde de verano que con una helada cerveza con limón, sentado en la terraza. Y es que el cuerpo lo agradece sobremanera después de hacer estado durante 2 horas enfrentado al sol de La Cisterna.

Y es que por lo visto hoy en la seca cancha del teatro de los sueños (volvió a serlo hoy), había que pasar las penas y el calor con ello. Hoy se vió a un Palestino de baja performance, con una defensa novedosa conformada por Lanaro, Escudero, Schwager y Farías que, digámoslo directamente, no dio con el ancho tanto en buena parte del primer tiempo como a finales del segundo. Así, la comunicación de esta línea en proceso de cocción con el mediocampo fue pobre, tan pobre como la palta que le echan a los sandwich de jamón, dejando al mediocampo de Silva, Márquez y Valenzuela en mal pie para poder armar jugadas de peligro; y finalmente, el grupo de ataque de Ramos, Riquelme y Valencia fueron correctamente anulados por la línea defensiva de Cobresal.

Entonces, el primer tiempo friccionado y con muchas imprecisiones tuvo opciones de gol tanto para baisanos como para mineros, teniendo que destacar al golero Melo que supo capear un buen par de chances de la visita.

Llegó el entretiempo con preocupación, dado que había que rearmar la defensa, el quite del mediocampo y encontrar los espacios para el ataque. Y para poder tener claridad en mi mente, tuve que obligadamente ir a comprar un delicioso sandwich  de pernil, en el cual si la palta rebosaba con generosidad, la carne suave y jugosa se derretía en mi boca, aderezado con ají verde y cebolla, dando un néctar de sabor inigualable acompañado de una helada Coca Cola que enfrió mi derretida garganta.

El segundo tiempo, si bien mantenía la fricción y las imprecisiones, poco a poco la balanza caía a favor de Palestino, el cual se generó muchas más opciones de gol, sobretodo en el recambio del tiburón por Diego Chávez. Y cuando la hinchada presentía que las redes por fin se inflarían para refrescar la calurosa tarde, ocurre un contragolpe de Cobresal al minuto 81 que Sebastián Zúñiga transformó en el único gol del encuentro, haciendo que mi helado de agua se partiera en dos y se desperdiciara sobre el concreto caliente de las graderías.

Con ello se suma la segunda derrota consecutiva en este campeonato, pero lo que más preocupa es que si el equipo podrá llegar a punto para el partido del miércoles ante Antofagasta por Copa Chile, cosa que todos deseamos y más de algún hincha justificó debido principalmente a la formación defensiva alternativa presentada hoy.

Por lo menos la tarde se me alegró al acercárceme un par de hinchas  de Palestino que me reconocieron en el estadio y me saludaron, si hasta una buenamoza hincha me pidió un autógrafo al final del pleito. Por desgracia no había un lápiz, por lo que tuve que darle mi número de celular, mi ICQ y mi Facebook a modo de compensación.

Pero bueno, no hay mejor opción que sortear una tarde así con una buena cerveza helada con limón, sentado en la terraza.

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