Hoy palestino nuevamente dejó escapar 2 puntos importantes en los dos frente en los que está peleando. Por un lado, no pudo mantener la ventaja de 6 puntos que posee en el camino de la acumulada por un cupo a la copa sudamericana; y por otro lado, dejo escapar (nuevamente) la oportunidad de quedar a un punto del líder Colo Colo. Para algunos les queda aún el sabor de que el equipo sigue manteniendo el invicto en el campeonato, pero en una situación que ni en sueños hubiésemos tenido hace 10 años, en el que no una, sino tres veces se nos ha dado la oportunidad de alcanzar la punta de un campeonato mediocre, al final del balance pesarán mucho.
Tal vez destaco la penúltima frase a modo de consuelo, y es que a los hinchas del tetracolor se nos ha afinado el paladar, tal vez estamos siendo malcriados con las buenas campañas de los últimos años, pero tampoco olvidemos que la objetividad nos hace chocar de narices con la máxima de que todos los períodos son cíclicos y que (salvo que fuésemos el Barcelona), a futuro volveremos a bailar con la fea. Se vivió luego del campeonato del 55, el deambular entre primera y segunda entre el 60 y el 70, la época dorada del 78 y mediados de los 80, el oscurantismo de los 90 y los atisbos de cielo e infierno del 2000. Por eso es que nos duele que, teniendo un grupo de jugadores de calidad, teniendo un cuerpo técnico revolucionario, tengamos que mordernos la lengua y vivir dolores de cabezas con un equipo como San Luis, que aunque esté en el fondo de la tabla, venga nuevamente a aguarnos una tarde de fútbol, en un día y un horario equivalente al destierro de la programación.
El caprichoso destino hizo que Darío Melo volviera a la titularidad frente al equipo que fue su peor pesadilla profesional. Y nuevamente tuvimos que lamentar un error de soberbia que costó un gol perfectamente evitable. Entiendo el amor propio que se tiene Darío (y que es necesario), pero aún queda al debe dentro de su riqueza técnica la claridad de actuar con soberbia cuando se requiere realmente y la sobriedad cuando realmente se necesita. Allá, sentado en marquesina, Luis Marín juega con su hijo quizás lamentando en silencio lo que adolece el equipo. Porque tampoco podemos cargar toda la culpa al portero que vistió de rojo, siendo que la línea defensiva con Alejandro Contreras y Meza dejan que desear en los primeros minutos, tónica constante de los últimos partidos y que debe ser mejorada ya como una necesidad urgente.
Quizás para rescatar del equipo sigue siendo la terna Cortés - Maturana - Farías, corazón y cerebro del árabe. También a Felipe Campos, Zacarías y Jonathan Cisternas, duplicando por las puntas la ofensiva. Y reconocer que con el pájaro, Palestino definitivamente es otro. Por eso reitero que jugadores tenemos, el concepto está claro. Muchachos ustedes son capaces de hacer algo más, tienen la pasta para marcar la diferencia en un campeonato de la media para abajo. Piensen que Colo Colo llegó a ser puntero no por méritos propios, sino por errores del resto. Entonces ¿qué les tengo que decir para que se crean el cuento? Ustedes como grupo son de los mejores en Chile, la próxima fecha enfrentan a una católica que tiene un par de jugadores desequilibrante y nada más, sin ellos no son nada, en cambio ustedes si no está Cortés está Valenzuela, si no está Meza está Dominguez, si no está Enzo está Farfán (a todo esto, ¿que onda con Rubén?). Para llegar a la Sudamericana, tenemos que ganarle a TODOS, ya no hay margen de error, saquense la soberbia, pónganse el overol, reconozcanse como los brillantes jugadores que son; no sean tan solo un buen equipo, sean un equipo con jerarquía. Que este 2-2 ante San Luis sea el mazo que remezca sus conciencias y juramenten que son 5 finales las que se vienen por delante.
Denle otra alegría más a esta hinchada que ha esperado tanto tiempo por vivir lo que vivimos hoy. Háganlo antes que las sombras vuelvan a cubrir los pastos de La Cisterna.
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