domingo, 14 de agosto de 2016

Universidad Católica 1 - Palestino 1, un empate profético



Luego de degustar un ceviche donde Jorge Elias desafió las normas de urbanidad al meterse a la cocina y abrazar cálidamente al chef por tan poético manjar, no dirigimos a reposar y espe.rar el match de Palestino frente a Universidad Católica (N.de la R: Nuestro editor jefe Mojito R. Corgan no nos compró entradas para el estadio. La verdad es que tampoco queríamos ir al freezer de San Carlos). Cuando mis azules se cerraban, apareció la silueta del Payasito Alí con camiseta en mano y una mirada apocalíptica. Sin palabra de mi parte, Alí dijo una frase que me estremeció: “El mundo está en llamas, y tu arderás conmigo”, dándose vuelta de inmediato y alejándose por la puerta de entrada con su camiseta de Palestino en el hombro. Tal frase quedó dando vueltas en mi cabeza, entrando en un sueño profundo digno de una película de David Lynch. En ella la ciudad aparece en llamas, escuchando los ruegos y llantos de los viudos de Pablo Guede, la risa burlona del Frijolero acurrucando su cabeza en las faldas de una mujer vestida de muerte; en eso una luz se aparece y se eleva por sobre el dantesco escenario con la figura de Nicolas Córdova en posición de flor de loto y un ciervo anciano con la leyenda “Deux ex machina 4–5-1”.

Desperté transpirando y agitado de tal sueño, justo en el momento en el arbitro Hermosilla daba el pitazo inicial del partido entre cruzados y árabes, en un match interesante bajo el punto de vista estratégico. Por el lado de Palestino, su mirada inmediata en la Copa Sudamericana hizo presentar una postura de contención y anulación del andamiaje universitario. Por su parte la UC tenía mayor responsabilidad en el protagonismo frente a su gente dado por su ausencia de triunfos en el torneo y el mal arranque Sudamericano.

Bajo ese punto de vista, el desarrollo del partido favoreció a los dirigidos por Córdova. La defensa tuvo un más que correcto desempeño, liderados por un Ezequiel Luna sólido y acompañado por Benjamín Vidal como escudero, más Sierralta y Carvajal como lanceros. En el arco Darío Melo respondió, tal vez con el gusto a poco en la seguridad en el corte de los centros.

Por su parte el mediocampo tuvo un desempeño a cuentagotas en esta oportunidad, sumado a que la orfandad en delantera se hizo más notorio que en otras oportunidades, con un Vidangosy en una posición incómoda para El. No obstante el Tino Tino supo aprovechar de mejor manera las escasas opciones de gol que tuvo, comandadas por Valencia y que se reflejaron en el legítimo gol de Luna, anulado inexplicablemente por el referee de mediocre cometido.

Si bien el segundo tiempo la Católica intensificó su asedio en la fortaleza árabe, tanto Valencia como Mazurek aprovecharon los vacíos generados en el mediocampo. Reflejo de esto es donde nace la patriada de Diego Torres tras pase de Mazurek y que significó el gol de Palestino, que hizo saltar al puñado de hinchas que acompañaron al equipo en esta oportunidad. 

Después del gol, creemos que Nicolás Córdova equivocó en el cambio de piezas al retirar tanto a Valencia como a Mazurek, quedando el equipo sin sus jugadores de creación, apostando a un aguante defensivo y salida vía contragolpe. Lamentablemente el tanto en la agonía del partido por parte de Lanaro (se agradece el gesto de disculpa del argentino) hechó por tierra la jugada de ajedrez del DT. 

En definitiva, un empate que puede dejar a algunos con sabor amargo, más como se vio el trámite del partido, resultó ser un buen negocio pensando en mantenerse en una posición expectante en el campeonato y dosificando fuerzas para el importante partido del jueves frente a Libertad de Paraguay.

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