No es la primera vez que perdimos con equipos brasileños en condición de local. De hecho el registro en este aspecto juega en contra para Palestino, de modo que, estadísticamente, se mantuvo la tendencia.
En lo que respecta el partido en si, vimos a un Inter que entró respetando el juego de Palestino, esperándolo en su zona para, por medio de contragolpes, acercarse a la portería de Ignacio González. En ese aspecto, se destaca la buen colocación defensiva que tuvo en gran parte del partido los zageros centrales Mago y González. En el mediocampo, Agustín Farías destacó en sus quites de balón y entrega, mejor y más preciso que en otras oportunidades. La comunicación entre Jorquera y los mediapuntas Jiménez y Cortés fue deficiente en varios pasajes del partido, y vimos a un Cesar Cortés que no estuvo esta noche pulcro con el balón.
No obstante lo anterior, no podemos dejar de lado la actitud y entrega de todos los jugadores. En esta oportunidad se enfrentó a un rival de clase A en el fútbol sudamericano, con un arquero que salvó dos o tres pelotas que, en otra ocasión, eran grito de gol; no hay que olvidar que varios en la prensa brasileña lo postulan como arquero de selección. Y como en estas instancias una desconcentración es fatal, en el tiro libre que significó el gol del visitante nace efectivamente de una desconcentración entre defensa y arquero. Suficiente para que Inter diera su estocada y pasara a cobrar por caja el gol del triunfo.
Podemos sentirnos tristes sin duda por el resultado, pero no podemos ser pesismistas. En esta ocasión nos tocó perder, pero tampoco Palestino mostró que va a ser comparsa, sino todo lo contrario, se la va a poner difícil a todos sus rivales del grupo. Lo más probable es que en estos tiempos el hincha de Palestino haya terminado siendo bipolar, dado el carrusel de emociones que se han dado en los últimos meses, desde estar rezando para no descender a esperar jugar la próxima semana contra River en el monumental, Copa Chile de por medio.
Respecto al arbitraje, creemos que el único error fue el penal, pero en esta oportunidad el réferi paraguayo fue más permisivo que los que nos ha tocado, aportando a un fútbol más fluido y dinámico que en otras ocasiones.
En resumen, el debut del grupo fue con una derrota de local que nos deja momentáneamente como colistas. Ahora se viene River de visita, en un partido que, como deben ser todos los que vienen por delante, serán para sufrirlos, para vivirlos, pero principalmente para disfrutarlos. No nos cabe duda que los chicos dejarán todo en la cancha en los campos de Núñez, Porto Alegre y en la ciudad de los Reyes.
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