domingo, 15 de noviembre de 2015

Atentados en Francia, entendiendo el contexto.

Los horribles hechos ocurridos en Francia no son aislados, situaciones similares ocurren habitualmente en Medio Oriente (Líbano sufrió un ataque por parte del Isis y no he visto a nadie que quiera solidarizar con ellos), sin embargo esto tiene su origen en que tenemos una educación centrada en una única cultura (Europea) que nos ciega porque están basados en un currículo euro-centrista hasta la última línea lo que hace a la visión popular centrar sus ojos solo en lo que ocurre en Europa ignorando por completo que más allá existen seres humanos que sufren día a día el horror que ha construido el Estado Islámico.

Vemos perfiles de Facebook plagados de colores franceses desconociendo algo puntual y relevante:  el Estado Islámico  fue creado por la inteligencia de Estados Unidos con el apoyo del MI6 Británico, y el Mossad Israelí con el fin de destruir países de medio oriente que no apoyen los intereses de las potencias en cuestión. Pero hay algo con lo que al parecer no contaban, las ansias de poder del otrora perro de batalla hizo que mordieran la mano de quienes fueran sus amos y en una estrategia desesperada para justificar el error que significó apoyar algo tan funesto como el Isis, es que hechos como el ocurrido en Francia lo presentan como “La Guerra Global del Terrorismo” a la opinión pública y como un “choque de civilizaciones”, una guerra entre los valores y las religiones, cuando en realidad se trata de una guerra de conquista, guiada por objetivos estratégicos y principalmente económicos, creada por los países autodenominados defensores de las “democracias”, cuyas ambiciones ponen en peligro a sus propias sociedades y que claramente se les fue de las manos. En este punto entra en juego la irresponsabilidad de los medios de comunicación quienes “demonizan” a la religión musulmana sin explicar que el estado islámico es de corriente wahabista, es decir una radicalización del islam que a su vez se desprende del mismo convirtiéndolo en una versión tergiversada de la fe musulmana y que, además, ningún árabe que se precie de tal o de ascendencia podría estar de acuerdo con Isis ni su versión degenerada del islam. La consecuencia de una prensa mal informada potencia los prejuicios occidentales  hacia el mundo árabe en general, prejuicios alimentados  por la falta de conocimiento y reflexión en la génesis del estado islámico cuya creación es responsabilidad del tío Sam, ya que el Isis se potenció luego de la guerra de Iraq, en la cual Bush impuso un gobierno que solo fue una extensión de sus intereses, esto trajo como consecuencia que el Isis se alimentara de las revueltas y la sensación de abandono entre la población, continuó en crecimiento y hoy en día exige con sangre sus pretensiones, mientras los responsables de esta abominación ideológica se lavan las manos con discursos que prometen devolver la paz, una paz que ellos mismos se encargaron de hipotecar. 

¿Cómo afecta a Palestina?

Simple, el estado islámico afecta en dos dimensiones a la causa Palestina:

1- Cuando Isis comete aberraciones, el ojo público se centra solo en ellos, olvidando el asedio diario israelí lo que les permite ganar puntos en su campaña de terror, cometiendo asesinatos a civiles (estas vidas parecen valer menos que la de un francés), desplazando palestinos de sus casas y aprovechando  la inquisición pública para comparar la resistencia Palestina con los actos del isis, con esto una parte de la población que es manipulable ve en los palestinos un símil del estado islámico(ignorancia alimentada por la propaganda pro israelí que tan bien funciona en las mentes dormidas por el sopor moral que enfrentamos hoy).

2- Se cae en el orientalismo, cada vez que Isis comete un acto violento, se vuelve un paso atrás, orientándose a una interpretación  prejuiciosa o anticuada sobre las culturas y pueblos de Oriente, en especial a lo que corresponde la lucha por la autonomía de Palestina, se vuelve a hablar de “terrorismo palestino” cuando la única realidad es que se lucha contra una opresión en total desigualdad, siendo el derramamiento de sangre no un hecho aislado, sino una realidad y parte de lo cotidiano en Palestina.

“Estudiar significa comprender, sin embargo el sistema que nos enferma es el que nos enseña a leer y a escribir”

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